La historia del conocido narcotraficante colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria para muchos es conocida, para otros es una leyenda que desató un sinnúmero de series de televisión que han invadido el continente americano.
En los últimos días han circulado algunas fotos inéditas de la vida y cotidianidad familiar del capo más famoso de Colombia.
Escobar Gaviria dejó una huella imborrable en Colombia y en el resto del mundo, donde lo recuerdan como el traficante de drogas más sádico y temido de la historia del crimen. Este capo, obsesionado por alcanzar la riqueza, el poder y la gloria mundial, fundó el Cartel de Medellín y desde ese momento la historia de ese país sudamericano fue marcada por una serie de asesinatos.
En los últimos años, Juan Pablo Escobar, hijo del narcotraficante y quien vive desde hace años en Argentina bajo la identidad de Juan Sebastián Marroquín, escribió un libro de lo que fue la vida de su padre.
En este texto, Juan Sebastián presume de los hermosos regalos que le daba su padre y una vida de fantasía que significaba ser el vástago del hombre más poderoso de Colombia en ese entonces.
Gran parte de la infancia de este pequeño transcurrió en la conocida hacienda Nápoles, una gigantesca finca que su padre adquirió al año de nacer su hijo.
“La hacienda Nápoles tenía gasolinera propia, 27 lagos artificiales, 100 mil árboles frutales, la pista de moto-cross más grande de América Latina; parque jurásico con dinosaurios a escala real, dos helipuertos y pista de aterrizaje de mil metros, mil 700 trabajadores, tres mil hectáreas, tres zoológicos y diez casas distribuidas por todo el terreno”, enumera Sebastián en su libro.
Parece una historia de telenovela, pero en verdad fue la vida real, una vida llena de sorpresas, alegrías y mucha sangre que corrió por toda Colombia y que enlutó a miles de familias en ese entonces.
* Con información de El Heraldo
