Una joven originaria de Cabricán, Quetzaltenango, perdió la vida en el desierto de Arizona, Estados Unidos, mientras intentaba cruzar la frontera en busca de un futuro mejor.
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La travesía de Guadalupe Pérez Batén, de 23 años, motivada por el anhelo de reunirse con su hermano menor y apoyar económicamente a su madre y su otro hermano, terminó en tragedia. La noticia de su fallecimiento ha golpeado con fuerza a su comunidad y a sus seres queridos, quienes ahora enfrentan el dolor doble: la pérdida irreparable y el difícil proceso de repatriar su cuerpo para darle cristiana sepultura en su tierra natal.
Desde ambos lados de la frontera, familiares y amigos han iniciado campañas de recaudación para cubrir los elevados costos del traslado. En Cabricán, vecinos se han solidarizado, mientras que en Nueva York, su hermano y otros migrantes cabricanecos han salido a las calles con pancartas pidiendo apoyo.
Luis Pérez, tío de Guadalupe, recordó que ella era la mayor de tres hermanos y que, tras la muerte de su padre hace 11 años, asumió junto a su hermano menor el compromiso de sostener a su familia. "La última vez que supimos de ella fue por un mensaje de voz que le envió a su hermano. Le dijo que la habían dejado sola en el desierto y que ya no podía más. Esa fue la última vez que escuchamos su voz", relató conmovido.
Quienes deseen colaborar para que el cuerpo de Guadalupe regrese a casa pueden comunicarse al número 4695-3001, habilitado por la familia para recibir apoyo.
