A un sacerdote se le resbaló de las manos un niño al que estaba bautizando. La familia salió al rescate del bebé mientras el padre quedó paralizado, no sabía qué hacer. Por fortuna, el bebé no salió lastimado.
La ceremonia transcurría en total normalidad, todo estaba listo para que el infante recibiera el sagrado sacramento cuando, de repente, el pequeño se inclinó adelante y empezó a llorar, esto tomó al sacerdote por sorpresa y lo dejó caer al agua.
El suceso quedó grabado en un video, en donde se ven a los padres, familiares y padrinos quienes al ver que el niño se resbala corren a su rescate.
La madre y madrina toman al bebé y lo envolvieron en una manta. El padre, quien se quedó estático todo el tiempo, decide continuar con la ceremonia como si nada hubiera sucedido.
Los asistentes al evento tomaron con gracia el accidente y continuaron con el bautizo, esta vez…el padre no dejó caer al niño.
*Con información de El Espectador





