Los judíos ortodoxos que se instalaron dese el sábado en un antiguo edificio en las cercanías del mercado La Terminal, luego de ser expulsados de San Juan La Laguna, Sololá, comienzan una nueva etapa de su vida en Guatemala, quizá una más amigable. Los vecinos ya han establecido contacto con ellos. Van al mercado y han hecho compras para toda la comunidad en varios almacenes.
Los judíos ortodoxos tienen una historia que empieza desde 1980.
Los Lev Tahor son una comunidad fundada por el israelí Shlomo Helbrans para practicar una forma austera de judaísmo. Llegaron a Guatemala buscando lo que describían como libertad religiosa y se instalaron en San Juan La Laguna, a orillas del Lago de Atitlán.
Tuvieron que salir de ahí tras meses de desavenencias, amenazas y abusos verbales mutuos con un sector de la población local. El líder de los Lev Tahor, el rabino Uriel Goldman, subrayó que muchos de los habitantes locales guatemaltecos habían sido amables con el grupo de hombres, mujeres y niños vestidos de negro.
Pero el consejo de ancianos de San Juan afirma que decidieron expulsarlos porque el grupo rechazaba a los pobladores locales, rehusándose a saludar, mezclarse e incluso hablar con los habitantes.
En junio pasado otro número grande de miembros llegó al poblado, procedente de Canadá, para establecerse junto con algunos judíos que ya vivían en el lugar.
Según informes de los medios canadienses, los Lev Tahor, con sus estrictas costumbres religiosas, ya se habían visto involucrados en desacuerdos con las autoridades.
En noviembre de 2013, la cadena canadiense CBC informó que las familias habían huido de Quebec, Canadá, en medio de acusaciones de negligencia infantil.
Según CBC, los servicios de protección juvenil de Quebec estaban investigando a miembros de la comunidad Lev Tahor porque las autoridades estaban preocupadas por la salud e higiene de los niños y el aprendizaje escolar que se llevaba a cabo en sus hogar.

Pero antes de la fecha en que las familias debían presentarse ante un juez en Quebec, el grupo de más de 200 personas partió hacia Chatham, en el sur de Ontario, Canadá.
En marzo, según informa Radio Canadá, varias familias de Lev Tahor comenzaron a salir silenciosamente de Chatham hacia Guatemala, después de que algunos miembros del grupo también se vieron involucrados en una batalla legal con las autoridades regionales por la custodia de los menores.
De los 200 miembros que vivían en Chatham, dice Radio Canadá, sólo quedan en el área media decena de familias.
Los Lev Tahor son ciertamente individualistas. Y la llegada a Guatemala de un grupo grande de hombres, mujeres y niños vestidos de negro, sin duda llamó la atención de los habitantes locales.
Aunque practican muchas de las costumbres del hasidismo, los Lev Tahor son mucho más estrictos. Sus rezos son dos veces más largos que la norma, pronunciando cada palabra en alto, lentamente y con gran énfasis.
Tienen una estricta dieta, por lo que la mayoría de los alimentos que consumen son hechos en casa.
Evitan todos los artificios de la tecnología, incluida la televisión y computadoras, y su vida está regida por la religión.
Todos sus miembros se visten de negro, los hombres se cubren la cabeza con sombreros, no se rasuran la barba y se dejan crecer mechones de pelo frente a las orejas que se arreglan como bucles.
Las mujeres, que llevan siempre el cabello cubierto con un manto negro, visten con una prenda negra que las cubre hasta los pies.
Y como no están a favor del Estado de Israel, porque creen que éste no debe existir hasta la llegada del Mesías, algunos medios judíos a menudo los han descrito como "el Talibán judío".
Pero tal como asegura el líder del grupo, Uriel Goldman, "nosotros somos gente pacífica y para mantener la paz decidimos salir de aquí".
"No queremos vivir en un lugar en que estamos amenazados, a pesar de que tenemos todo el derecho de estar aquí".
(Con información de la BBC)





