El cantante estadounidense Justin Timberlake cerró hoy ante más de 70 mil espectadores la sexta edición del Rock in Rio Lisboa con un espectáculo coreográfico de pop bailable y mucha osadía escénica.
El concierto señaló un final de fiesta por todo lo alto tras una intensa semana en el Parque Bela Vista, que se inauguró con Robbie Williams, siguió con los míticos Rolling Stones y alternó el rock duro de Linkin Park con el indie orquestal de Arcade Fire.
El bailarín, compositor, actor y ex ídolo juvenil de los 'N Sync tampoco defraudó esta noche e hizo gala en el escenario principal de sus grandes dotes para la convocatoria de masas.
Timberlake apareció vestido de traje negro, zapatillas blancas deportivas y su clásico bombín con clavel rojo enganchado y empezó por rendir tributo a Michael Jackson con canciones como "Shake your body".
Se movió con clase, acompañado de una decena de bailarines y músicos, animó a los asistentes con aplausos, les dejó cantar y emocionó con un registro variado de baladas, soul, funky, blues y ante todo mucho pop.
Muchos de los espectadores eran adolescentes que hicieron colas a primeras horas de la tarde y se entregaron hasta la madrugada con gritos y lágrimas al cantante en su primera actuación en Portugal.
La próxima edición del festival, que fue cancelado temporalmente en Madrid y Buenos Aires, se celebrará en Las Vegas en mayo de 2015 y servirá de estreno a la organización en tierras estadounidenses.




