María Fernanda Bonilla, acusada en el crimen de Melissa Palacios, logró detener la audiencia de ofrecimiento de prueba al denunciar y recusar otra vez a la jueza que lleva el proceso.
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María Fernanda Bonilla y Luis Marroquín, enviados a juicio por asesinato de Melissa Palacios, volvieron a recusar a la jueza Carol Berganza del juzgado de Mayor Riesgo C.
Esta vez, argumentando que existe una enemistad grave con la juzgadora y que ha sido denunciada ante el Ministerio Público (MP) por los delitos de prevaricato e incumplimiento de deberes.
La jueza Berganza rechazó la recusación planteada por considerar que las acusaciones no son ciertas, pero dijo que, en garantía de la transparencia del proceso, trasladará el expediente a una Sala para que esta conozca la recusación y resuelva conforme corresponde.

Audiencia suspendida
Bonilla y Marroquín ya habían recusado a la jueza en varias ocasiones, pues no están conformes a sus resoluciones, una de estas, fue su envío a juicio por asesinato.
Con esta nueva recusación, los acusados lograron frenar el proceso penal en su contra, pues la audiencia programada para este miércoles 29 de octubre, quedó suspendida. En esa audiencia, se ofrecerían las pruebas que serían presentadas durante el juicio en su contra.
Ahora, tendrá que esperar que una Sala conozca la recusación y resuelva para determinar qué pasará con el proceso penal en contra de los dos acusados.

El caso
Melissa Palacios era una joven universitaria que fue reportada desaparecida el 4 de julio de 2021. Un día después fue localizado su cuerpo con señales de violencia.
El pasado 2 de septiembre, la jueza Berganza del juzgado de Mayor Riesgo C, resolvió enviar a juicio a Bonilla y Marroquín.
En una extensa audiencia, la Fiscalía contra el Delito de Femicidio detalló el caso y los indicios recabados en contra de los acusados.
Se estableció que la sindicada mantuvo comunicaciones previas con la víctima y con Marroquín, lo que evidencia coordinación. Además, se incorporaron fotografías y registros de telefonía y videovigilancia que ubican a Melissa abordando el vehículo conducido por Bonilla el día de su desaparición.
Testimonios clave también refieren que la víctima informó a personas cercanas que ese día se reuniría con María Fernanda.
En cuanto a la calificación jurídica, la jueza descartó el argumento de la defensa que solicitaba cambiar el delito a homicidio en estado de emoción violenta. Indicó que no existió inmediatez emocional, ya que hubo un intervalo de al menos 11 horas entre las comunicaciones y el crimen.
La jueza hizo una descripción detallada del lugar del hallazgo, subrayando que el cuerpo de la víctima fue arrastrado a una zona boscosa y despoblada, a 22 metros del camino, y que presentaba signos de violencia extrema, incluyendo trauma craneoencefálico.
La víctima fue encontrada semidesnuda, lo que, según la juzgadora, evidencia desprecio y premeditación.




