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Maris, la guatemalteca que sobrevivió a un accidente en helicóptero

  • Por Selene Mejía
02 de septiembre de 2024, 05:30
María Isabel sobrevivió a un duro accidente aéreo, a partir de su milagro desea apoyar a otros. (Foto: Selene Mejia/Soy502)

María Isabel sobrevivió a un duro accidente aéreo, a partir de su milagro desea apoyar a otros. (Foto: Selene Mejia/Soy502)

María Isabel García desea que su testimonio ayude a quienes han vivido momentos de angustia y desesperanza.

EN CONTEXTO: Accidente aéreo en ruta de Tiquisate, Escuintla

Cuando abordó un helicóptero que salió de una finca en Tiquisate, Escuintla, rumbo a la ciudad, no imaginó que su vida cambiaría por completo, la aeronave se precipitó a tierra y de los 5 pasajeros, ella fue la única sobreviviente.

Por primera vez desde el accidente ocurrido en mayo de 2021, la joven contó en el apostolado de la Federación del Regnum Christi cómo fue el suceso que la transformó.

La joven se casó a los 21 años y tuvo un hijo, se graduó en 2019 de Administración de empresas y en febrero de 2021 se enteró que estaba esperando a su segundo bebé.

Maris siguió adelante por su hijo y el recuerdo de su esposo. (Foto: Cortesía María Isabel García)
Maris siguió adelante por su hijo y el recuerdo de su esposo. (Foto: Cortesía María Isabel García)

Con la voz quebrantada y en medio de un largo silencio recordó ese 1 de mayo de 2021.

"Fuimos a Tiquisate en helicóptero, cuando veníamos de regreso, a las 3 de la tarde, me di cuenta que algo no estaba bien, pues la nave hacía movimientos muy bruscos, me empecé a asustar y lo primero que hice fue enviar nuestra ubicación en tiempo real a un grupo de amigos para que supieran dónde encontrarnos. Presentía que nos íbamos a accidentar, le escribí a mi mamá para decirle que la amaba y que iba a tener un accidente, le mandé mi ubicación, le escribí a mi papá para despedirme. Vi abajo y me di cuenta que estaba en un lugar que no tenía salida, le pedí a Dios que por favor estuviera a mi lado y tras ver el suelo ya no me acuerdo de nada", contó.

Gracias a que envió su ubicación lograron encontrar el lugar dónde cayeron, al ver que ella seguía con vida llamaron a los bomberos para llevarla a un centro asistencial.

Maris recibió oración mientras se encontraba en coma. (Foto: Cortesía María Isabel García)
Maris recibió oración mientras se encontraba en coma. (Foto: Cortesía María Isabel García)

El papá de Maris, como la llaman cariñosamente, contó que el día del accidente llovió a cántaros, esto impidió que la máquina se incendiara al estrellarse en un cañaveral, sin embargo, esto dificultó el acceso a los cuerpos de socorro.

"El primer milagro fue que ella cayó boca arriba, si hubiese caído para abajo se habría ahogado, sacarla fue difícil pues estaba lleno de gasolina alrededor", recordó.

García fue llevada a un hospital privado, pero debido a que pensaban que iba a morir no la quisieron recibir, al ser trasladada al Hospital Regional de Tiquisate, dijeron que no tenían el equipo médico adecuado para tratarla.

Arriesgando todo por mantenerla con vida

Un amigo del suegro de María Isabel la sacó del hospital amenazando a los guardias de seguridad, que impedían la salida de la paciente en estado de gravedad, la colocó en el área del baúl de su auto y le pagó a dos enfermeras para que le dieran oxígeno y la monitorearan mientras era llevada a la ciudad.

"Tenía hipotermia y le estaba fallando el corazón, es complicado pues si se muere una persona en un vehículo, que no es de un familiar del conductor, lo pueden llevar a la cárcel, Franklin, amigo de mi suegro se jugó todo por salvarla", explicó el padre de la joven.

"Lograron coordinar una ambulancia para esperarme Amatitlán y poderme llevar al hospital, después de 8 horas llegué", continuó Maris.

"Tuve inflamación en el cerebro y sangrado, me fracturé la mandíbula, se me quebraron los dientes, me abrí la barbilla, me fracturé la columna vertebral desde el cuello hasta el coxis, me quebré las costillas, me colapsó un pulmón, tuve laceración en el hígado, me fracturé el codo, la muñeca, me quebré las dos piernas, los dos tobillos, los dos talones, tuve cortadas en todo el cuerpo, perdí a mi bebé pero sobreviví a lo imposible ", agregó con lágrimas en los ojos.

"En el hospital me indujeron a coma, a la semana del accidente me trasladaron en avión-ambulancia a Estados Unidos, si es que lograba sobrevivir, pasaría un año internada en el hospital. Debido a las fracturas de la columna, dijeron que iba a quedar cuadrapléjica, aún en coma inducido me tenían que dar un medicamento que me tenía paralizado el cuerpo y hasta que me lo quitaran, sabrían si tendría movimiento en alguna parte del cuerpo".

María Isabel atravesó una larga recuperación luego de que los médicos le dieran pocas posibilidades de vida. Foto: Cortesía María Isabel García.
María Isabel atravesó una larga recuperación luego de que los médicos le dieran pocas posibilidades de vida. Foto: Cortesía María Isabel García.

Los pulmones son como un morete, al principio no se aprecia el golpe, pero conforme pasa el tiempo se pone peor, en Estados Unidos ya estaba grave de mis pulmones, estuve conectada a dos respiradores porque uno no era suficiente, me tuvieron que poner un gas especial que ayudara a desinflamarlos y los doctores pensaron que no iba a lograr sobrevivir".

¡Pero Maris lo hizo!, contra todo pronóstico reveló su milagro, confirmando el poder de la oración de varios guatemaltecos que estuvieron pendientes de su caso.

"Tras el accidente, mi mamá se hincó en el baño del hospital y le dijo a Dios: Señor, de corazón te entrego a mi hija, si es tu voluntad que te la lleves, hazlo, pero si ella vive, la quiero de regreso y completa, se aferró e hizo un trato con Dios y como logré vivir, supo que iba a estar bien, aunque médicamente fuera imposible".

Foto: Cortesía María Isabel García.
Foto: Cortesía María Isabel García.

La dura realidad y el eje de su fortaleza

María dijo que al despertar del coma se dio cuenta que estaba conectada a miles de aparatos, su padre mencionó que los médicos le diagnosticaron un posible daño cerebral debido a la inflamación de este órgano.

Tras unos días despierta se dio cuenta de lo que le esperaba, fue la única sobreviviente y perdió al amor de su vida.

"Empezó la batalla: comenzaron las operaciones de alto riesgo, la columna se me separó de la pelvis y cuando el doctor me vio dijo que fue el peor caso que había tratado pues estaba totalmente destruida, me fusionaron la espalda, me pusieron injerto de hueso, clavos y tornillos, según la ciencia no iba a lograr tener control de esfínteres y no iba a poder caminar".

"En las dos piernas tenía fracturas expuestas y ya estaban infectadas, probablemente me iban a apuntar las dos piernas y no me podían llevar a cirugía porque estaba mal de los pulmones y no iba a lograr aguantar, tuve trombosis en las dos piernas y esto me provocó una embolia pulmonar".

"En el intensivo tuve varias veces neumonía y me dio dos veces enfisema, infección en la sangre, muy peligrosa por tantos antibióticos, me dio una bacteria y la medicina que me dieron me empezó a inflamar los órganos".

Foto: Cortesía María Isabel García.
Foto: Cortesía María Isabel García.

"Al despertar no me podía mover, había pasado mes y medio, todos hablaban inglés, tenía sondas y máquinas en todo el cuerpo y un dolor inaguantable, mi primer pensamiento fue: gracias Dios por cumplirnos el milagro, empecé a preguntar donde estaba mi esposo pero nadie me decía nada, después de varios días y de no recibir su visita o una llamada, o flores, llegué a la respuesta, hice la pregunta directa a mi mamá y no me pudo mentir".

"Fue el peor día de mi vida, darme cuenta que había sido la única sobreviviente, sentí que era una maldición y que Dios me había fallado, me falló en lo que le pedí segundos antes del accidente, recordé en 2017 lo que me dijo a través de una profeta, que tenía una corona de princesa y que mi vida iba a estar llena de bendiciones y yo solo veía tragedia".

"Con el corazón roto por la pérdida de mi esposo, por haber perdido a mi bebé, muriéndome de dolor, sin poderme mover, estaba sola en el cuarto en el hospital, en otro país y no tenía a mi hijo, era más de lo que podía soportar".

Mencionando cómo sobrevivía a las operaciones más extremas Maris reveló que no comprende por qué sigue viva y le fue arrebatada su familia.

A pesar de estar destruída emocional, espiritual, mental y físicamente, e incluso tocar fondo, recordó que tenía un hijo por quien luchar.

"Un día no pude más y me rendí ante Dios y le pedí a gritos su auxilio, le dije que le iba a creer cada palabra, le dije que moviera todos mis planes y que iba a poner todo de mi para salir adelante, pero a cambio él me tenía que revivir o me tenía que llevar con él, porque yo estaba muerta en vida".

"Reconocí que tengo un pedazo de mi esposo por el que debo vivir y salir adelante, tengo lo más sagrado de los dos, nuestro hijo, viví mi sueño de casarme joven y experimentar que mi vida fue mejor que mis deseos, teníamos muchos planes y en dos años sé lo que se siente enterrar todo lo que tenía".

Foto: María Isabel García.
Foto: María Isabel García.

"Aún tengo el sentimiento de estar en un mundo que no puede ser real, busco dirección pues me quedé sin mi norte, en tres años he tenido 39 operaciones, sé como puede cambiar la vida en un día, trabajo muchísimo en mi recuperación para ser totalmente independiente".

"Ya puedo caminar sola, puedo cambiar a mi hijo, puedo hacer todo lo que me dijeron que no haría, sigue siendo un reto aceptar mi nuevo cuerpo, camino diferente, no puedo correr o saltar, tengo dolores, me cambió la cara por la fractura de la mandíbula, me cambió la sonrisa, perdí 7 centímetros de altura por el golpe de mi columna, tengo cicatrices en todo el cuerpo, la pelvis desviada y daños en los nervios que dan equilibrio, lloraba al verme, pero ahora veo las cicatrices como milagros marcados en mi piel, es un recuerdo de todo lo que he logrado superar", expresó.

"Decidí iniciar una maestría de dos años en honor a mi esposo sobre un tema que le apasionaba, no sabía si lo iba a lograr en medio de las cirugías, de la recuperación y de cuidar a mi hijo, pero ya estoy a punto de terminarla, aprendí que hay que hacer las cosas porque el tiempo pasa".

Maris y su esposo. (Foto: Cortesía María Isabel García)
Maris y su esposo. (Foto: Cortesía María Isabel García)

Su propósito es alentar a otros

En sus planes le encantaría dar testimonio de su milagro "Estoy en una etapa de incertidumbre, terminé siendo mamá soltera y mi hijo siendo hijo único pero tengo paz y estoy entregada a Dios para que pueda ayudarme en el camino, voy un día a la vez, me he preguntado mil veces: ¿por qué a mi?, me he comparado con gente que tiene la vida que yo quisiera tener, ¿por qué ellos sí y yo no?".

"Aveces vivimos situaciones que humanamente sobrepasan nuestra paz mental, nuestra estabilidad y nuestra seguridad, pero aunque no hay respuestas Dios nunca se va", dijo.

Maris contó que fue a visitar a los médicos que la atendieron en la sala de emergencia y que al verla pararse de su silla de ruedas rompieron en llanto. "No lo podían creer, los especialistas se reunían y decían que su caso era uno en un billón", dijo su papá. 

Maris logró caminar y cambiar a su hijo, su meta es ser independiente. (Foto: Selene Mejía/Soy502)
Maris logró caminar y cambiar a su hijo, su meta es ser independiente. (Foto: Selene Mejía/Soy502)

"Sé que estoy viva para compartir mi testimonio y decir que ¡los milagros sí existen! Él sí nos escucha aunque a veces sentimos que no, pero debemos pedirle fuerza de voluntad para entender lo que él tiene para nosotros, estoy empezando a entender la promesa que Dios me dio en 2017 cuando me dijo que mi vida iba a estar llena de bendiciones".

Para conocer más acerca de la historia de María Isabel puedes ingresar a su cuenta de Instagram aquí, donde comparte más detalles de su historia de fortaleza y su sorprendente recuperación.

María Isabel abrió su corazón en "Discípulos", apostolado de la Federación del Regnum Christi, agrupación que busca reunir a jóvenes católicos que tienen dudas de la vida y su existencia.

Se realiza una vez al mes, en la sede del Regnum Christi o en algún restaurante, donde además de escuchar un testimonio, los jóvenes disfrutan de bebidas y una sana convivencia. Si deseas más información puedes ingresar a Instagram aquí.

Maris tiene paz en su corazón pues sabe que su historia ayudará a muchos. Foto: Selene Mejía/Soy502.
Maris tiene paz en su corazón pues sabe que su historia ayudará a muchos. Foto: Selene Mejía/Soy502.

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