La tendencia que ya se observaba en el mundo con la reducción de nacimientos, ya empezó en Guatemala.
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En Guatemala recién inició la tendencia mundial de reducción en la cantidad de nacimientos. Los datos de los últimos 15 años muestran que los alumbramientos han mostrado una tendencia a la baja, particularmente en los últimos tres años, ya que en 2024 se registraron 299,256 nacimientos; en 2023 fueron 342,694, y 2022, 345,869.
De 2010 a 2024, en Guatemala se han registrado en total 5.4 millones (5,485,517) de nacimientos, de los cuales, 2.7 millones (2,787,401) son hombres, lo que representa el 50.81% y 2.6 (2,698,116) son mujeres, que significan el 49.19% de los nacimientos.
Los datos también revelan que el año en el que más nacimientos ocurrieron fue en el 2015 cuando se registraron 391,425 nacimientos, seguido de 2016 con 390,382, en contraste el año que menos nacimientos registró fue 2024 donde se registraron 299,256, el año anterior a ese fue 2020, cuando se registró la pandemia de Covid-19 y se hubo 341,212 nacimientos.
Al observar los datos en una gráfica se evidencia que, aunque la disminución de los nacimientos no ha sido forma continua en los últimos tres lustros, con el pasar de los años se ha ido marcando una tendencia a la baja.
Los datos fueron obtenidos en los reportes de nacimientos elaborados por la Dirección de Índices y Estadísticas Continuas del Instituto Nacional de Estadística (INE) que trabaja con los datos proporcionados por el Registro Nacional de las Personas (Renap).
Según la ficha estadística de los documentos, para que un nacimiento sea registrado como tal tiene que cumplir con varios criterios, entre ellos que el bebé sea expulsado o extraído del cuerpo de su madre, independientemente de la duración del embarazo y que después de dicha separación respire o dé cualquier otra señal de vida.
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Tendencia de menos nacimientos
Enrique Cossich, exdirector del (Renap), indicó que esto es normal, pues la tendencia de menos nacimientos por pareja se marca a nivel mundial, "es decir, cada vez las parejas tienen menos hijos, por múltiples razones".
"La tasa de reemplazo poblacional es de 2.1 hijos por mujer, países con tasas de natalidad abajo del 2.1 ya están perdiendo habitantes a nivel general. Guatemala tiene una tasa superior, pero esa tasa va disminuyendo como ocurre en casi todo el mundo", afirmó Cossich.
El exdirector precisó que en el 2007 Guatemala tenía una tasa de fecundidad de 3.8 y ahora se está en 2.3 por lo que "eventualmente se llegará al 2.1".
¿Dónde hay más nacimientos?
Los datos del INE también revelan datos curiosos como los departamentos en los cuales nacen más y menos bebés. El primer lugar lo ostenta el departamento de Guatemala, que en los últimos 15 años ha registrado los nacimientos de 898,064 personas, lo que significa el 16.37% del total de todos los nacimientos en ese lapso.
También resalta que el año en que más nacimientos se registraron en dicho departamento fue 2015, cuando llegaron al mundo 67,471 niños. En segundo lugar, está Huehuetenango, que en los últimos 15 años registro el nacimiento de 537,220 niños; es decir el 9.79% del total nacional; le sigue Alta Verapaz, con 504,047 nacimientos, que representa el 9.19% del país.
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En contraste se encuentra El Progreso, que en los últimos 15 años ha registrado el nacimiento de 56,832 personas, lo que representa solamente el 1.04% del total de nacimientos del país.
El dato sorprende, pues en los últimos tres lustros nacieron menos personas en el último lugar en mención, que los registrados en 2019 en el departamento de Guatemala (59,563 bebés).
Los datos muestran que los otros dos departamentos donde se registran menos nacimientos en los últimos 15 años son Zacapa (84,184), que es el 1.53% de todos los nacimientos nacionales, y Sacatepéquez, con 97,321 (1.77%).
El exdirector del Renap mencionó que en el caso del departamento de Guatemala es normal que exista más nacimientos porque "hay muchas personas que migran del interior del país, lo cual genera mucha diversidad y marca una tendencia de lo que podría ocurrir a nivel país, porque hay mucha inmigración que viene a la capital y se desplaza a áreas cercanas y empiezan a mostrarse las estadísticas acordes a su realidad sociocultural".
Indicó que esa "realidad sociocultural" es lo que también explica la baja cantidad de nacimientos que se observa en departamentos como áreas como El Progreso y Zacapa, que históricamente han tenido baja población.
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¿En qué meses nacen más y menos bebés?
Los datos también muestran curiosidades, por ejemplo, meses cercanos: en septiembre ocurrió el 9% de los nacimientos de los últimos 15 años, con 493,743, le sigue octubre (482,386) y agosto (471,122).
Mientras que febrero, tiene menos días del año y partos (411,929), lo que representa el 7.51% de los últimos tres lustros.
Le sigue abril con 439,325 nacimientos, que significan el 8.01% de la última década y media y junio con 442,442 (8.07%). Estos dos meses son de 30 días cada uno.
Algo que también destaca es que el promedio de nacimiento mensual de los últimos 15 años: 30,475 niños, sin embargo, los datos precisan que en los últimos tres ningún mes ha llegado a ese promedio, lo cual confirma la tendencia a la baja que se está registrando a nivel nacional.
¿Cuál sería el motivo?
La antropóloga Yolanda Aguilar Urizar fue consultada sobre las razones de la reducción de nacimientos y respondió que "en principio, la vida es más cara y el cuidado de una vida humana implica no solo el parto, sino que la salud, educación y todo lo que implica el mantenimiento de una persona".
"Los adultos se enfrentan al desempleo cada vez mayor, también a que todo ha subido (de precio) y que las condiciones de desigualdad y exclusión no han cambiado. Eso sumado al hecho de que las mujeres jóvenes están estudiando, teniendo más oportunidades y, por supuesto, cuidándose más en términos de planificación familiar", aseveró la experta.
Agregó que "las mujeres están tomando en consideración qué quieren hacer su vida, su carrera, cuidar su cuerpo y su existencia, no dedicándole el tiempo a ocho hijos sino a uno o dos".
"Incluso hay mujeres que están tomando la decisión de no embarazarse, porque hay muchas historias de violencia, muchos traumas en las generaciones jóvenes que dicen no querer reproducir lo que han vivido con sus padres. Ese tipo de conciencia ha ido penetrando para tomar ese tipo de decisiones", puntualizó la antropóloga.
