Esta área protegida no solo alberga grandes felinos como el jaguar puma tigrillo Guatemala y fauna exótica, sino que también preserva vitales sitios arqueológicos Naachtún como El Mirador Nakbé Río Azul, claves para entender la historia del poderoso Reino Kan
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Naturaleza, diversidad animal e historia se dan la mano en el biotopo protegido Naachtún-Dos Lagunas.
El área, incluida en la reserva de la Biosfera Maya, se extiende a lo largo de 45,555 hectáreas repartidas entre los municipios de Flores y Melchor de Mencos.

Varios especialistas señalan que el biotopo reúne todo un mosaico de hábitats que incluyen bosques de vegetación baja, áreas inundables y bosques de tierras altas.
Tales condiciones brindan sustento a grandes felinos como el jaguar y el puma, quienes comparten su espacio vital con los tigrillos, el jabalí y el pecarí.

Sus senderos también son recorridos por el venado de cola blanca y el tapir, a la vez que sus árboles brindan residencia al mono araña y al saraguate.
Asimismo, los simios son vecinos de los tucanes, loros y guacamayas, cuya algarabía resuena a temprana hora del día y al atardecer.

En sus fuentes de agua moran cocodrilos, peces y anfibios que son objeto de estudio e investigación científica.
Su cuidado está a cargo del Centro de Estudios Conservacionistas (Universidad de San Carlos), el Consejo Nacional de Áreas Protegidas y The Nature Conservancy.
Monumentos
La historia se manifiesta en las estructuras y los monolitos preservados en sitios arqueológicos como El Mirador, Nakbé, La Muralla y Río Azul.

Todos los emplazamientos estuvieron conectados por una red de caminos, según lo revelaron excavaciones practicadas por varias misiones, y señalan la existencia del Reino Kan.
Considerado uno de los estados mayas más poderosos, el Reino Kan existió entre los años 800 antes de Cristo y 900 de la Era Cristiana.

Durante el período clásico tardío (550-900), sus gobernantes mantuvieron enfrentamientos con Yax Mutal (actual Tikal), sin que ninguno se impusiera como vencedor absoluto.
Ante este panorama, la combinación de naturaleza y patrimonio cultural prehispánico crea un paisaje de belleza singular y un amplio potencial turístico.






