El astro brasileño vivió una noche de altibajos el miércoles 19 de noviembre tras anotar un gol y luego costarle el triunfo a su equipo, el Santos.
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Neymar volvió a marcar después de tres meses de sequía, pero su actuación dejó sensaciones mixtas en el empate a un gol frente a Mirassol en el partido disputado la noche del miércoles, un resultado que mantiene al Santos apenas un punto por encima de la zona de descenso.
El exjugador del Barsa y del PSG necesitó solo cuatro minutos para abrir el marcador. Aprovechó un mano a mano y definió con potencia para adelantar al Peixe, desatando la ilusión de una afición que celebró el reencuentro de su estrella con el gol. Sin embargo, esa chispa inicial sería apenas el preludio de una noche accidentada.

Al minuto 60 llegó la acción que cambió el rumbo del partido. En un forcejeo con Reinaldo, Ney llegó a destiempo y terminó tumbando al rival. El árbitro acudió al VAR, revisó la jugada a pie de campo y sancionó penal, que el propio Reinaldo convirtió para sellar la igualdad.
El empate deja un sabor amargo para el Santos. El equipo sigue en la casilla 16, apenas por encima de la zona roja, y con solo cuatro jornadas por disputarse. El 10, además de ser señalado como culpable en la acción del empate, encendió las alarmas al mostrar molestias físicas, aunque logró completar el encuentro.

Se disculpó
Tras el partido, Neymar recurrió a sus redes sociales para asumir la responsabilidad por el penal cometido, señalando que solo le queda aceptar el criterio arbitral. Además, aseguró que "la lucha no se detiene" en la búsqueda de la permanencia.




