El Nobel de Física 2014 ha distinguido hoy a tres científicos de origen japonés por transformar la tecnología de la iluminación mediante la invención del diodo emisor de luz (led) azul.
Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura, este último nacionalizado estadounidense, hicieron posible con su hallazgo desarrollar "fuentes de luz blanca brillante y que ahorran energía", señaló en su fallo la Real Academia de las Ciencias Sueca.
Los leds son la base también de las nuevas pantallas de televisión, ordenadores y teléfonos móviles y han sido cruciales para el desarrollo de los discos Blu-ray y la mejora de las impresoras láser.
El británico Henry J. Round, un discípulo de Marconi, consiguió emitir luz de un semiconductor en 1907, y el soviético Oleg V. Losev fabricó veinte años después el primer led.
Los diodos emisores de luz roja aparecieron a finales de la década de 1950, pero ya entonces se hizo evidente que hacía falta un emisor de luz azul para crear la luz blanca, tarea a la que se dedicaron sin éxito durante décadas laboratorios de todo el mundo.
Los laureados -Akasaki y Amano por un lado, Nakamura por otro- construyeron sus propios equipos, aprendieron la tecnología y realizaron miles de experimentos en lo que la academia sueca califica de "arte de laboratorio al más alto nivel".
En 1986 Akasaki y Amano, entonces su alumno de doctorado en la Universidad de Nagoya (Japón), fueron los primeros en crear cristales de nitruro de galio de gran calidad y luego semiconductores de tipo P, para presentar finalmente en 1992 los primeros ledes que emitían luz azul.





