María Fernanda López es una joven arqueóloga guatemalteca con tanta disciplina como vocación para realizar una labor con la que muchos sueñan, pero pocos comprenden.
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¿Cuál es el trabajo de un arqueólogo? Muchos hemos escuchado sobre la arqueología y hemos visto como quienes se dedican a esta labor son retratados en series y películas como si fuesen una especie de Indiana Jones, internados en la selva, descubriendo tesoros, siendo aventureros temerarios.
La realidad es muy distinta, así como mucho más fascinante, pues para dedicarse a la arqueología hay que estudiar mucho y aprender sobre culturas con gran riqueza e historia, como la cultura maya.
La labor arqueológica es valiosa por todo el esfuerzo que requiere en cuanto a formación, pero también lo es por todo lo que le aporta a la sociedad, pues sin la arqueología jamás hubiésemos encontrado vestigios monumentales como pirámides, sitios ceremoniales, vasijas y grabados mayas, entre muchas otras cosas.
María Fernanda López sabe esto muy bien, pues desde que se graduó de diversificado supo que quería ser arqueóloga, meta que alcanzó tras ser llamada a formar parte de sus primeras exploraciones, luego de estudiar esta carrera en la universidad.
"En Guatemala la arqueología se desarrolla en diferentes enfoques, arqueología Industrial, Colonial, Maya/prehispánica, entre otras", comenta López, quien además indica que este trabajo se divide en largas jornadas en el campo (sitios arqueológicos) y en trabajo de laboratorio, analizando todos los hallazgos.
Además, afirma que en campo recuperan: "Toda la evidencia que posteriormente analizamos en los laboratorios, pero también es una experiencia única estar en medio de la selva escuchando sus sonidos, viendo sus colores, me hacen reconocer lo importante de cuidar la naturaleza y el patrimonio cultural".
Nuestras raíces
"La arqueología prehispánica nos recuerda nuestras raíces y cómo, antes de la colonia, en estas tierras existía el estudio de los astros, matemáticas, un sistema de escritura, arquitectura. Pero lo que me parece fascinante es saber que aún podemos ver esa herencia cultural viva en nuestro territorio, en las comunidades indígenas que portan aún con dignidad ese legado", afirma López.
"A nivel personal, ha fortalecido profundamente mi valoración de mi identidad como mujer de la comunidad maya Kaqchikel, conectándome más con mi herencia cultural e historia; y a nivel profesional, me ha dado la posibilidad de encontrarme con personas que me han aportado y enseñado", concluye la joven arqueóloga.
Una gran sorpresa
Encontrar sitios ceremoniales, pirámides o estelas es algo sumamente extraño, pues no son tantos ni tan comunes, razón por la cual uno de los hallazgos que María Fernanda realizó cuando comenzaba su carrera fue muy especial.
"Recuerdo ese momento lleno de emoción, al trazar mi área de investigación y comenzar a excavar ¡Fue una sorpresa! Me emociona saber que fui la primera persona después de tanto tiempo en ver este monumento nuevamente. La estela que redescubrí durante esa temporada fue importante para conocer más la historia de la ciudad, Ucanal, sitio de origen", nos cuenta.
Labor de preservación
Parte de la importancia de la arqueología es preservar el Patrimonio Cultural de cada país.
"Todos los días me recuerdo de lo importante de mi trabajo y de lo necesario que es divulgar estos hallazgos para que todos y todas podamos tener un sentido de preservación y que nos indignemos ante los actos delictivos en contra del patrimonio cultural y Natural que irrumpan la armonía de la selva", comenta María Fernanda López.




