Ante el incremento de precios en productos básicos y servicios, las familias se ven obligadas a ajustar su economía y buscar alternativas para optimizar sus recursos
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El encarecimiento de la canasta básica, ha llevado a que hogares de distintos estratos sociales implementen nuevas estrategias de ahorro.
El economista David López explica que "la clave para enfrentar esta situación es priorizar los gastos esenciales, evitar el endeudamiento innecesario y comparar precios antes de realizar compras".

Además, según el profesional, las familias deben evaluar el consumo de energía y agua para reducir el pago de servicios.
Buscan alternativas
Mariela Cux, ama de casa, comparte que ha modificado su rutina de compras para que el presupuesto rinda hasta fin de mes.
"Ahora compro más verduras en el mercado local y reduzco el consumo de productos procesados. También organizamos menús semanales para no desperdiciar alimentos", comentó Cux.

Entre las recomendaciones de expertos y experiencias de familias, destacan elaborar un presupuesto mensual, sustituir productos de marcas costosas por alternativas nacionales, y priorizar el ahorro de energía en el hogar mediante el uso responsable de electrodomésticos.
Aprender a gastar
De acuerdo con López, estos hábitos no solo permiten enfrentar la situación, sino que fortalecen la cultura del ahorro a largo plazo: "El objetivo no es solo sobrevivir la crisis económica, sino aprender a gestionar mejor los ingresos para el futuro".
Así, entre consejos técnicos y creatividad doméstica, las familias continúan buscando formas de mantener la estabilidad económica sin sacrificar completamente su calidad de vida.
Recomendaciones
- Hacer un presupuesto mensual: Anotar ingresos y egresos ayuda a tener control real del dinero.
- Priorizar necesidades básicas: Dar prioridad a alimentos, salud, educación y vivienda.
- Comparar precios: Revisar en distintos mercados y tiendas antes de comprar.
- Aprovechar promociones y descuentos: Comprar en días de oferta y aprovechar cupones.
- Sustituir productos caros: Optar por marcas nacionales o alternativas más económicas.
- Planificar menús semanales: Reduce el desperdicio de alimentos y organiza mejor las compras.
- Ahorrar en energía y agua: Desconectar aparatos eléctricos, usar focos ahorradores y controlar fugas de agua.
- Evitar deudas innecesarias: No recurrir a créditos de consumo si no es estrictamente necesario.
- Fomentar el ahorro familiar: Destinar aunque sea una pequeña cantidad mensual a emergencias.
- Comprar local: Apoyar a productores y mercados cercanos puede significar ahorro y productos frescos.




