La acumulación de sarro, sedimentos y bacterias en tanques elevados y depósitos representa un riesgo invisible que compromete la salud familiar provocando enfermedades, por lo que expertos recomiendan un saneamiento efectivo.
LEE TAMBIÉN: NutriHuertos: cultiva tus propios alimentos en casa
En cada hogar, escuela o negocio, el agua fluye como un recurso vital. Sin embargo, detrás de la aparente pureza de un chorro cristalino puede esconderse una amenaza invisible: sedimentos, sarro y bacterias que se acumulan en tanques elevados, pozos y recipientes de almacenamiento, debido al descuido en su limpieza y mantenimiento.
El especialista en construcción y reparación de pozos y tanques elevados, Edvin Miguel Monroy, advierte que una limpieza efectiva debe realizarse al menos cada seis meses, pues la acumulación de impurezas compromete la calidad del agua y expone a la población a enfermedades gastrointestinales, alergias cutáneas y otras afecciones.

Monroy explica que el proceso de saneamiento no debe tomarse a la ligera: se recomienda usar cepillos de cerdas suaves y aplicar soluciones desinfectantes seguras, como cloro diluido o detergentes neutros, evitando químicos abrasivos que puedan dejar residuos dañinos.
En casa puede realizarse esta tarea de forma sencilla, lo primero que se debe hacer es cerrar la llave de entrada de agua y vaciar parcialmente el tanque dejando sólo unos 20 cm de agua. Luego se deben lavar las paredes y el piso con agua y cloro al 70 por ciento usando un cepillo.

Luego, vacía completamente el depósito; es importante eliminar el agua y los residuos por el desagüe que está en el fondo del tanque, no por las cañerías porque podrían llenarse de basura. Después de enjuagar se puede volver a llenar el tanque hasta la mitad y agregar un litro de cloro, con el que se dejará reposar durante una hora.
Posteriormente se deben abrir los chorros de la casa para que también la cañerías se desinfecten y laven con esa solución. Finalmente, llena el tanque y no olvides colocarle de nuevo la tapa.

Las medidas de precaución incluyen el uso de guantes, mascarilla y gafas de protección, pues el contacto directo con los sedimentos o productos de limpieza puede resultar perjudicial.
Al concluir el procedimiento, es fundamental enjuagar en profundidad y verificar que no queden restos de cloro o jabón antes de volver a llenar el depósito.
Toma nota
- Según reportes citados por Soy502, el 90% de las fuentes de agua en Guatemala están contaminadas con residuos fecales y bacteriológicos. Esta realidad dispara la incidencia de enfermedades diarreicas y gastrointestinales en la población, una amenaza que se agrava con el mal mantenimiento de depósitos privados.
- El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) insta a la población a tomar medidas preventivas, dado que las enfermedades diarreicas agudas y el parasitismo intestinal figuran entre las principales causas de morbilidad en el país. La contaminación por agua es un factor clave.
- A pesar de contar con una extensa red de ríos, Guatemala afronta retos en la calidad y el acceso a agua potable, volviendo fundamental el almacenamiento doméstico en tanques y cisternas. Evaluar y sanear estos depósitos es crucial para garantizar la salud del hogar.




