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Crónicas dominicales: Así robaba Pie de Lana, el Robin Hood de Guatemala

  • Con información de Redacción Nuestro Diario
28 de junio de 2025, 21:02
Pie de Lana era un ladrón apodado Pie de Lana, quien fue conocido por robarle a los ricos. (Archivo)

Pie de Lana era un ladrón apodado Pie de Lana, quien fue conocido por robarle a los ricos. (Archivo)

Hace muchos años, allá por el siglo 18, vivió un ladrón apodado Pie de Lana. En ese entonces, la ciudad de Guatemala era nueva: acababan de trasladar la capital de Antigua hasta el Valle de la Ermita donde se encuentra actualmente.

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Cuenta la leyenda que Pie de Lana era tan ágil como un gato. Vestía capa negra y sombrero de ala ancha. Lograba entrar en las casas y robar sin ser descubierto. El botín de cada atraco, lo regalaba después a los pobres.

Se cree que el verdadero nombre de este bandido era Juan de Montejo. Estaba casado y tenía un hijo. Cuentan que usaba muchos calcetines de lana para evitar que se escucharan sus pasos y se encontraran sus huellas.

Pie de Lana era amado y odiado al mismo tiempo. (Archivo)
Pie de Lana era amado y odiado al mismo tiempo. (Archivo)

Se mantenía por el barrio de La Parroquia, donde en ese entonces se encontraban las casas de la gente más adinerada de la ciudad.

Trepaba por los balcones, subía a los tejados, se colaba por las ventanas con la astucia de un lince. Nadie nunca lo veía, solo descubrían que había estado en alguna casa de la Ciudad de Guatemala cuando se daban cuenta de que faltaban objetos de valor o dinero. Iba siempre detrás de las joyas: salía de las viviendas con collares, anillos, aretes y pulseras de oro.

Pie de Lana era reconocido por ser un ladrón astuto. (Archivo)
Pie de Lana era reconocido por ser un ladrón astuto. (Archivo)

Un ladrón astuto

En una ocasión entró a una casa y se topó de frente con un perro furioso, pero antes de que el animal pudiera ladrar, Pie de Lana sacó con rapidez un trozo de carne de sus bolsillos y se lo lanzó. Cuando el perro se fue detrás de la comida, aprovechó para meterse en la casa y robar dinero y joyas.

Cuentan que una vez se encontró a un niño llorando en la calle, le preguntó qué le pasaba y el pequeño respondió que había perdido el dinero que su mamá le había dado para comprar el pan. Pie de Lana le preguntó cómo lo había perdido y el niño sin titubear dijo la verdad: lo había perdido en las apuestas. Para su sorpresa, Pie de Lana sacó un fajo de billetes y se los entregó, era más de lo que había perdido. "Te los doy por honesto", le dijo, "a la gente que miente no la ayudo, pero tú me dijiste la verdad". Después se ocultó entre los árboles y desapareció.

Pie de Lana era reconocido por ser un ladrón astuto. (Archivo)
Pie de Lana era reconocido por ser un ladrón astuto. (Archivo)

La mujer que lloraba

En otra ocasión se cruzó con una mujer que lloraba, al principio ella le tuvo miedo, pero él le dijo que se quedara tranquila, que no le haría daño. Ella le contó que no tenía dinero para comer ni para alimentar a sus hijos y que, por más que buscaba, no encontraba trabajo. Pie de Lana sacó de su capa un collar de oro y se lo regaló, "puedes vender eso y te darán lo suficiente para que vivas bien por bastante tiempo", le dijo.

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