El caimán de tres metros vivía en el patio de una casa y convivía con perros, el caso sacudió a Colombia. A continuación más información.
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En Palmira, Valle del Cauca, Colombia, fue rescatado una especie de caimán de tres metros que estaba en cautiverio en el patio de una vivienda, publicó Infobae.
Las autoridades de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauda (CVC) de ese país informaron que se llevaron una enorme sorpresa al ver al caimán en el patio.
"Hoy en la mañana nos sorprendieron con un cocodrilo de Palmira en una casa, en un patio. Un animal de entre 2.67 y 3 metros totalmente desarrollado. Nos tocó acudir con fuerza pública", dijo a la prensa colombiana Marco Suárez, director de la CVC.
El caimán vivía desde hace 54 años en el patio de la vivienda de una familia colombiana, y fue criado como una "mascota".

Esto dijo el "dueño" del caimán
Sin embargo, las autoridades de Colombia lo rescataron y prohibieron la licencia del propietario, quien aseguró que en 2007 la CVC se la había otorgado legítimamente.
"En el año 2007 la CVC me otorgó un permiso cumpliendo a cabalidad con una ley de la República de registrar fauna silvestre como mascota; solicité la custodia y me la otorgó la CVC; con el tiempo, la Ley fue derogada, pero nunca me notificaron que ya no la podía tener la custodia de ese animal", indicó el propietario.
La CVC explicó al medio El País de Cali que el caimán tenía estado de salud delicado, debido a que presenta la mitad de su peso ideal, tiene una masa en la mandíbula y dificultades para mover sus patas.
En cuanto al dueño, Jesús Leonardo Escobar, declaró a los medios de su país que el caimán fue un obsequio que su padre le dejó a la familia, mismo que recibió en 1970 por parte de un policía de esa ciudad.
Caimán pedía su comida y convivía con perros
El caimán fue nombrado como "Ñata", y fue hasta cierto punto humanizado, indicó el propietario del reptil.
Si bien, Jesús Escobar no solicitó que le regresaran a "Ñata", pidió a las autoridades que lo atendieran y cuidaran como se debe, puesto que tenía una dieta en específica en cuanto a la alimentación, debido a que su familia logró identificar los gustos de este.
El caimán "Ñata" también convivía con perros desde hace varios años.
"Ese animal está demasiado humanizado, sencillamente aprendió hasta a pedir la comida. Para la 'Ñata', los perros y yo, a quienes nos veía y nos olía todos los días, somos parte de su manada", dijo Jesús Escobar.
