La Cocatedral de San Miguel Arcángel en Totonicapán es una joya arquitectónica con casi cinco siglos de historia.
LEE TAMBIÉN: ¿Qué reliquias guarda la Catedral de Escuintla tras la conquista?
Construida en 1545 sobre el antiguo pueblo indígena de Chuimiq'ina', este templo barroco fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 1998.
Conoce cómo la iglesia San Miguel Arcángel, hoy Cocatedral de Los Altos, se mantiene como un baluarte espiritual clave para la fe y la identidad del pueblo Quiché, asegurando su conservación como patrimonio cultural.

El departamento de Totonicapán ha sido uno de los territorios más importantes del antiguo reino quiché. Antes del proceso de la conquista ya existía el pueblo indígena de Chuimiq'ina', que hoy conserva, en su centro histórico, uno de los templos más antiguos de la región: la iglesia católica dedicada a San Miguel Arcángel.
En la ciudad prócer aún se pueden observar edificaciones con rasgos arquitectónicos que datan de finales del siglo XIX y principios del XX. Estas características contribuyeron a que, en 1998, la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural declarara patrimonio cultural de la nación al templo católico consagrado a San Miguel Arcángel, ubicado en la 6a. avenida, entre 2a. y 4a. calles, zona 1.

La conquista del pueblo indígena quiché trajo consigo la instauración del cristianismo. Según el historiador Severo Martínez, citado en el Tomo II de la Historia General de Guatemala, el pueblo de Chuimiq'ina' fue consagrado a San Miguel Arcángel, y sus primeras iglesias fueron levantadas con sencillas técnicas indígenas: horcones rústicos, techos de paja, paredes de caña de maíz y pisos de tierra apelmazada.
La iglesia católica fue reconocida como institución en 1544, cuando la orden franciscana recibió la encomienda de expandir el catolicismo entre los nativos de Totonicapán. De acuerdo con la página oficial de la Cocatedral, el templo fue construido en 1545, durante el periodo barroco. En sus inicios no contaba con sacristía, la cual fue añadida un siglo después, incorporando detalles decorativos de raíz indígena y colores vivos.

A finales del siglo XX, el templo fue oficialmente declarado patrimonio cultural de la nación. Actualmente, está bajo la administración de los Padres Agustinos Recoletos de la Provincia de Nuestra Señora de la Consolación, y su restauración y mantenimiento han sido autorizados por el Instituto de Antropología e Historia (IDAEH) del Ministerio de Cultura y Deportes.

La parroquia de Totonicapán cuenta con un censo de más de 100 mil habitantes, abarcando todo el territorio municipal. Su población, mayoritariamente indígena, mantiene viva una fe profunda. En 1998, la iglesia parroquial, erigida en 1545, fue elevada a la categoría de Cocatedral de la Arquidiócesis de Los Altos.
Las catedrales, cocatedrales y parroquias desempeñan un papel esencial en la vida religiosa y social de la población, pues son el centro de la fe, la espiritualidad y la identidad comunitaria. En el caso de Totonicapán, su cabecera departamental es la única que cuenta con una Cocatedral, símbolo de su herencia histórica y espiritual.




