Ana Silvia Arana, alias "La Tarántula" fue acusada de ser una sanguinaria secuestradora y traficante de drogas.
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El lunes 3 de mayo de 1999, tres sujetos llegaron a un colegio en la 13 calle y 5a. avenida de la zona 10 capitalina. Se identificaron como policías.
Le dijeron a la directora que se debían llevar al estudiante Gary Moisés Castañeda Alvarenga, de 15 años, por una emergencia familiar y por seguridad, a petición de Vilma Judith Alvarenga Nájera, madre de Gary.
Lo confirmó una mujer que telefoneó al colegio y fingió ser Alvarenga. La directora obedeció y Gary salió con los tres sujetos. Luego se sabría que aquello era un secuestro.

Maestros del engaño
Los responsables eran Ana Silvia Arana Obregón, alias "La Tarántula" (líder de la banda y quien telefoneó al colegio), y sus lugartenientes, los hermanos salvadoreños Cañas Martínez: Johny Redany, Luis Adilson y José Alfidio (que, disfrazados de policías, secuestraron a Gary).
"La Tarántula" se acercó a la mamá de Gary, fingiendo ser su amiga, para obtener información y planificar el secuestro.

No perdonaron un "tumbe"
Una fuente del Ministerio de Gobernación de entonces, reveló que un secuestrador llamó a Alvarenga para exigirle Q1 millón de rescate por su hijo; le dijo que el secuestro respondía a la pérdida de un cargamento de cocaína entre El Salvador y Guatemala.
Ninguna autoridad lo comentó públicamente, pero el esposo de Alvarenga y padrastro de Gary era el narcotraficante Jorge Mario Paredes Córdova, más conocido como "El Gordo Paredes" (capturado años después).
La familia pagó Q100 mil de rescate, pero las autoridades encontraron el cadáver de Gary enterrado en una vivienda en Villa Nueva, el 25 de mayo de 1999.

Los mataron
Para noviembre de ese año, habían sido asesinados Arana Obregón, los hermanos Cañas Martínez y otro miembro de la banda. Un sexto secuestrador fue asesinado en 2001.
Reportes de prensa vinculaban las muertes a una venganza contra "La Tarántula", por delatar un cargamento de cocaína de otra banda en Izabal.
Pero el sexto asesinado, en 2001, era un médico que había cuidado a Gary (quien padecía asma) en su cautiverio. Era su única vinculación con la banda, y su ejecución apuntaba a que la razón atrás del sendero de cadáveres fue el secuestro.





