A partir de este miércoles, el servicio postal del país cambiará de manos después de que la empresa concesionaria Correo de Guatemala, que operó el servicio durante doce años decidió suspender el servicio.
La entidad esperó desde 2014 que el Congreso resolviera a su favor la propuesta de prorrogar la concesión por cinco años más. Sin embargo, el pasado mes de abril, el Congreso decidió no aprobar esa propuesta y, por tanto, la empresa tenía que dejar de operar el servicio.

Siguiendo los protocolos, Correo de Guatemala S.A., cerró este miércoles para entregar la operación a la Dirección General de Correos y Telégrafos adscrita al Ministerio de Comunicaciones.
"Entendemos la obligación que ahora tiene el Estado de prestar los servicios postales, la disposición establecida de garantizar su continuidad y trasladar la experiencia que tenemos", señaló Roberto Soto, quien se desempeñaba como gerente de la empresa.

Ambas partes están en negociaciones de conciliación para poder restablecer el servicio lo antes posible. Por su parte, la empresa ya fue a la reunión con la disponibilidad de acompañar al Estado en el primer mes de adaptación.
Entre las opciones, el Estado puede recuperar los servicios postales o realizar un nuevo contrato de concesión.
Revertimiento de bienes
Durante la mesa de diálogo que se implantó entre el ministerio y la empresa, el viceministro, Rudy Keller, solicitó un proceso legal para el revertimiento de bienes con la finalidad de no afectar a los usuarios del servicio del correo.
Entre otras peticiones, el ministro Aldo García sugirió que se reabran las puertas del servicio al público, mientras se establece el procedimiento a seguir.
Las mesas de diálogo concluirán este jueves.