Quiché: mercados, ruinas mayas y paisajes únicos
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El departamento de Quiché, ubicado en la región noroccidental de Guatemala, es una joya cultural y natural que ofrece una experiencia única para los visitantes.
Desde sus tradiciones ancestrales hasta sus impresionantes paisajes montañosos, este destino invita a explorar su riqueza histórica, arqueológica, y sus pueblos llenos de color y vida.

La cabecera departamental es ideal para iniciar el recorrido. Aquí se puede visitar la Catedral de Santa Cruz, una de las más antiguas de la región, y caminar por su parque central, donde se mezclan la vida cotidiana y las costumbres locales.
Además, el mercado municipal ofrece productos artesanales y gastronomía típica como el boxbol, los chuchitos y el tradicional estofado de res.
Uno de los mayores atractivos es el municipio de Chichicastenango, famoso por su mercado indígena que se instala cada jueves y domingo. Es considerado uno de los mercados más grandes y coloridos de Mesoamérica. En él se encuentran textiles, máscaras, cerámica, velas rituales y una infinidad de productos locales.

Frente al mercado se alza la Iglesia de Santo Tomás, construida en el siglo XVI, donde se practica un sincretismo religioso único: se mezclan tradiciones mayas con el catolicismo, haciendo de este templo un lugar sagrado tanto para cofradías indígenas como para devotos católicos.
Quiché también resguarda impresionantes vestigios de la civilización maya. Entre ellos destaca Q'umarkaj o Utatlán, antigua capital del reino K'iche', ubicada a pocos kilómetros de Santa Cruz. En este sitio se pueden apreciar plazas ceremoniales, templos y observatorios astronómicos.
Para los amantes del ecoturismo, Quiché ofrece paisajes montañosos, bosques nublados y senderos ideales para caminatas y avistamiento de aves.
El departamento es también cuna de tradiciones y costumbres mayas que se manifiestan en sus ferias patronales, ceremonias espirituales, danzas folklóricas y la elaboración de textiles con símbolos ancestrales.
Quiché no solo es un destino turístico, sino una experiencia profunda de historia, espiritualidad y naturaleza.




