Cuando el mar se empieza a comer el sol, el espectáculo es increíble. Pasan unos segundos hasta que el astro desaparece por completo y es entonces cuando llega el momento cumbre: todo el mundo se une en un gran aplauso, para homenajear la belleza, todo esto pasa en las tardes de la piedra de Arpoador, una playa de Ipanema en Río de Janeiro, un sitio que se ha convertido en el destino preferido de muchos. La razón: Está en el pais en donde el mundo tiene puesto los ojos, Brasil 2014.
El encanto de Arpoador, Ipanema en una campaña turística
La belleza del paisaje y la tregua del fuerte calor animan a turistas y cariocas a acudir en masa a ver cómo el día se acaba y empieza la noche en Río de Janeiro. Muchos eligen ese momento para darse un baño y conseguir, por fin, refrescarse de verdad. EFE/ Antonio Lacerda
Un grupo de personas se refresca en el mar en la piedra de Arpoador en Río de Janeiro (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda
Los morros, o "panes de azúcar" como se les llama a esta topografía característica de las playas de Río de Janeiro, sobre el mar Atlántico. Foto EFE
Alrededor de las siete de la tarde una masa de personas se empieza a dirigir a la piedra de Arpoador, famosa por ser el punto de encuentro de los surfistas de Río, que aprovechan cada día – y cada noche, porque hay iluminación artificial – las olas que allí se forman. EFE/ Antonio Lacerda
Todo el mundo se empieza a sentar sobre la piedra, en pequeños grupos o en parejas de enamorados. Algunos llevan sus propias sillas, como si quisieran establecer su tribuna particular. Enfrente tienen la playa de Ipanema, el imponente cerro de Dois Irmãos, con la favela de Vidigal en su falda, y el sol, que empieza su descenso final. EFE/ Antonio Lacerda
Los visitantes disfrutan de uno de los destinos turísticos favoritos en 2014, por ser la sede de la final del Mundial de fútbol. EFE/ Antonio Lacerda




