Una capilla gótica medieval se alza desde hace centenares de años sobre los restos mortales de cuarenta mil personas, recordando la caducidad de la vida humana y la existencia de la muerte. Se trata del famoso osario de Sedlec, cerca de Kutná Hora, en la Républica Checa. Su decoración bizarra, formada por arañas, pirámides, cruces y blasones de huesos humanos, asombra a visitantes de todo el mundo.
El osario se encuentra en el cementerio de Sedlec, en la capilla subterránea de la iglesia de Todos los Santos que, originalmente, formaba parte de una abadía cisterciense. La iglesia misma consiste en dos capillas, construidas una sobre otra. La inferior alberga un espectáculo escalofriante de la vida y de la muerte, siendo un lugar controvertido que hasta hoy despierta el asombro y la sumisión.




