Pinabicultores de Huehuetenango preservan el pinabete con plantaciones legales que protegen bosques y tradiciones.
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Pequeños pinabicultores que integran la Asociación Pinahue se han convertido en los guardianes del pinabete (Abies guatemalensis), en Huehuetenango, especie única en Guatemala y catalogada en peligro de extinción.
Con dedicación, los productores cultivan este árbol, conocido también como Pajachac o árbol de la Navidad, en los fríos bosques de varios municipios de la región huehueteca.
Su trabajo busca reducir la presión sobre los bosques naturales, ofreciendo alternativas legales y sostenibles para la época navideña.
Durante los últimos meses del año, los productores se preparan para comercializar árboles, coronas y guirnaldas elaboradas con material proveniente exclusivamente de plantaciones autorizadas.
Esta práctica garantiza a los consumidores que adquieren productos legales y ayuda a frenar la tala clandestina.
En detalle
- El pinabete es una especie endémica de Guatemala, única en el mundo, que se encuentra en zonas frías de varios departamentos, especialmente en Huehuetenango.
- La especie está amenazada debido al corte ilegal para su uso como árbol navideño, por lo que las plantaciones son una estrategia de conservación importante.
- El cultivo requiere varios años para que el árbol alcance el tamaño óptimo para la venta, lo que implica una inversión a largo plazo para los productores.
- Al pinabete se le conoce también como Pashaque, Tz'in Chaj, Pajachac, Paqthaq, Romerillo.
- Desde hace 14 años que los pequeños productores iniciaron la comercialización del pinabete o árbol de la Navidad
- En el 2022 se logró la organización de la Asociación de Pinabicultores de Huehuetenango, (Pinahue).
- Los productos como guirnaldas, coronas y otros adornos con ramillas de pinabete, tienen un costo aproximado de entre Q50 y Q100. Mientras los arbolitos navideños van desde Q300 a Q800 o más dependiendo de su tamaño.
Actualmente, la Asociación Pinahue está integrada por alrededor de 30 pequeños productores originarios de Cuilco, La Libertad, Todos Santos, San Juan Ixcoy, Chiantla, Aguacatán, San Rafael La Independencia y Concepción Huista.
Según sus representantes, el compromiso fundamental de los pinabicultores es la conservación del Abies guatemalensis. "Cada plantación representa un aporte a la protección del bosque y una alternativa económica para las familias", indicaron.
Con estas acciones, los pinabicultores no solo preservan una especie emblemática del país, sino que también promueven prácticas responsables que contribuyen a mantener viva la tradición navideña en Guatemala.
