La Basílica del Señor de Esquipulas, inaugurada en 1759, es uno de los templos más visitados de Guatemala y un símbolo de fe e identidad nacional.
LEE TAMBIÉN: Más de 50 años dedicado a ser un puente entre personas y libros
Ubicada en la llamada Capital Centroamericana de la Fe, la Basílica del Señor de Esquipulas es uno de los sitios de mayor fervor religioso y tradición en Guatemala. Cada año, miles de feligreses locales y extranjeros llegan en romerías o en caravanas, especialmente la de motoristas que se realiza en febrero, para rendir homenaje al Cristo Negro de Esquipulas.
Esta catedral es uno de los sitios turísticos más importantes y llamativos de Guatemala. Su construcción se inició en 1736, cuando el XV Obispo de Guatemala y primer Arzobispo Metropolitano, Fray Pedro Pardo de Figueroa, comenzó los trámites para la edificación del templo.

La construcción se decidió hacer al estilo barroco, comenzando en 1740, y durante 11 años, Fray Pedro la supervisó, hasta que en uno de sus viajes a Esquipulas, realizado en 1751, falleció.
La edificación del hogar del Santo Cristo de Esquipulas fue terminada a finales de 1758 e inaugurada el 4 de enero de 1759, y el 6 de enero la imagen del Cristo fue trasladada al templo en una procesión, acompañada por sacerdotes de Camotán, Tejutla de El Salvador, Jutiapa y Mita.
El templo fue consagrado como Santuario Nacional de Esquipulas el 15 de diciembre de 1951, y el 16 de abril de 1961 el papa Juan XXIII elevó la iglesia a la categoría de Basílica Menor, a petición del entonces arzobispo de Guatemala, monseñor Mariano Rossell y Arellano.

A detalle
- La edificación de la basílica, que tras la muerte de Fray Pedro quedó bajo el mando de monseñor Francisco de Figueredo y Victoria, tardó 18 años en construirse.
- En la entrada del parque de la basílica se encuentra un monumento dedicado a la memoria de Fray Pedro Pardo de Figueroa, inaugurado en 1943.




