La cabeza de una cobra se vengó de su verdugo, el chef Peng Fan, en una provincia del sur de China.
El cocinero estaba partiendo el lomo de la venenosa serpiente para introducir los pedazos en una olla de sopa, pues este platillo es considerado una delicadeza en los restaurantes de la región. Para limpiar su área de trabajo, el hombre tomó la cabeza del animal para echarla en la basura y fue entonces cuando ésta abrió sus fauces y le dio la fatal y última mordida.

Lin Sun, de 44 años, quien se encontraba en el lugar celebrando el cumpleaños de su esposa, relató a las agencias de prensa que estaban comiendo tranquilamente cuando se oyó una conmoción en la cocina. Escucharon gritos de auxilio, solicitando la presencia de un médico. Para infortunio del chef, cuando llegó la ambulancia de los bomberos era demasiado tarde: las poderosas toxinas de la serpiente habían conseguido ya paralizar su sistema respiratorio y el chef murió irremediablemente.
Un experto en serpientes entrevistado por el diario británico Daily Mail, Yang Hong Chang, explicó que todos los reptiles puede funcionar hasta por una hora después de que alguna parte de su cuerpo ha sido removida, incluso la cabeza.
En el caso de las serpientes, esto significa que luego de cortarles la cabeza, conservan movimientos reflejos. Aunque en esencia el animal esté muerto, todavía es capaz de morder e inyectar veneno.
Esto lo ignoraba el infortunado chef Peng Fan y por eso perdió la vida, en el último acto de venganza de una cobra que quiso convertir en sopa. En China la sopa de serpiente es consideraba una delicadeza con beneficios medicinales. Hay muchos restaurantes que la sirven.

Con información del Daily Mail






