Con más de 180 años, el Cementerio General de San Marcos es un museo al aire libre que resguarda historia, arte y memoria colectiva.
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El Cementerio General de San Marcos, inaugurado entre 1840 y 1846 según registros del presbítero Francisco López, es uno de los más antiguos del país y un verdadero espejo del pasado marquense.
Sus pasillos funcionan como un museo al aire libre donde hay mausoleos de mármol traído de Italia, herrería alemana y esculturas que evocan la grandeza arquitectónica de los siglos XIX y XX.

Allí descansan figuras que marcaron la política, la cultura y la vida social de Guatemala. Entre ellas, el expresidente José María Reyna Barrios y su madre, Celia Barrios de Reyna, reconocida como la Primera Madre de la Nación.
También reposan los restos del coronel Próspero Morales Reina, protagonista de las revoluciones de 1897 y 1898, y del general ecuatoriano Plutarco Bowen, héroe en su tierra y revolucionario en Guatemala.

Uno de los mausoleos más emblemáticos es el del general Lorenzo López, elaborado con hierro forjado en Berlín y mármol de Carrara, símbolo de una época en que la muerte también era considerada un acto de arte.
En el cementerio también descansan artistas y maestros como Domingo Roger Barrios Maldonado, el "Pitágoras de América"; el presbítero Cayetano Maldonado y músicos de renombre como José Ignacio Juárez, Carlos Arango, Mariano Barrios Auyón y Jorge Reyna Andrade.

Memoria histórica
El cementerio no solo conserva nombres célebres, también resguarda episodios de dolor colectivo. Fue testigo del cólera en 1856, de la gripe española en 1918 y de la pandemia de 2020, cuando los marquenses no pudieron visitar a sus difuntos y las procesiones reemplazaron las visitas al camposanto.
A inicios del siglo XX, el alcalde Matías López logró su ampliación gracias a donaciones de terrenos, lo que permitió la construcción de mausoleos que hoy son patrimonio cultural. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento han deteriorado parte de sus estructuras, poniendo en riesgo este legado.

"El Cementerio General de San Marcos trasciende lo religioso. Es historia, arte y memoria. Cada tumba habla de la vida política, cultural e intelectual de la ciudad. Conservarlo es mantener viva la identidad de los marquenses", afirmó el historiador José Campollo, quien, junto a vecinos y especialistas, solicita a las autoridades locales y al Ministerio de Cultura implementar un plan de restauración urgente.
Para Luz Roblero, vecina de la ciudad, es importante admirar la arquitectura marquense y la dedicación que se ponía en la construcción de los panteones, especialmente el mármol de Carrara.




