"Fidel Funes y su marimba orquesta" es una de las agrupaciones más importantes del país, Coco Funes cuenta cómo la fundó su padre, quien dejó un gran legado musical.
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Fidel Funes fue un visionario que dejó las labores del campo para compartir el ritmo que llevaba en la sangre. "El sabor primaveral de Guatemala", es el lema con el que selló muchos de sus temas. Soy502 conversó con Coco Funes, encargado de mantener vivo su legado.

Los Inicios de la Marimba Orquesta
Funes se inspiró en agrupaciones de los años 50 como la "Gallito", Maderas que cantan", Ecos Manzaneros" y "Checha y su India maya", para formar su propia agrupación en los años 80.
"Mi papá trabajaba en el campo desde niño, cortaba café, pero siempre quiso ser marimbista y mi abuelo quien era el encargado de la marimba de la finca donde trabajaban, además del jardinero, no lo dejaba, mi abuela no quería que él fuera músico porque decía que los músicos eran bolos", explicó, afirmando que Fidel nunca cayó en los vicios.

Para cumplir su sueño migró a la Ciudad de Guatemala desde El Tumbador, San Marcos, a los 12 años. "Mi papá fue el tercero de la familia en migrar luego de dos de sus hermanas".
Con mucha perseverancia logró aprender el instrumento y en su juventud formó la "Marimba de Bellas artes", lo demás es historia, cuando fundó su propio proyecto musical.

La vida de Coco y su ingreso a la marimba tras dejar el futbol
Inspirado por su padre, Coco tenía dos sueños: la música y el futbol, sin embargo, nació con un problema cardiaco que no lo dejó desenvolverse en el deporte.
"Mi otra pasión es el futbol, fui a hacer una prueba a un equipo nacional pero padezco del corazón, ya me controlé, pero en ese momento por recomendación médica no podía hacer ejercicios bruscos, así que no continué", expresó, a la vez que no quiso decir a qué cuadro iba a pertenecer, "tengo fans en todos los equipos", expresó entre risas.
"Mi papá tampoco quería que me dedicara a ser marimbista, decía que era una carrera muy sacrificada, yo amaba la marimba, recuerdo cuando mi papá ensayaba y se ponía el uniforme, no se me olvida, la primera vez que me di cuenta que el público lo quería, fue a los 14 años, cuando fui a un toque con él".
En el colegio, mientras la maestra explicaba, yo pensaba en canciones, cantaba en la mente. Mi abuelo tocaba por el estadio, por la zona 5, en un restaurante, y a los 16 comencé a tocar con él".

La fama y los momentos duros
La agrupación también ha atravesado adversidades: "Se requiere de una gran logística para movilizar a una marimba, somos 19 personas en el escenario, más las que nos apoyan detrás de escena, en total somos 45 personas".
"A veces nos dicen que somos un grupo caro, pero detrás hay ensayos, transporte de los instrumentos, mantenimiento de la marimba, alimentación, tarimas, luces, construcción de la estructura donde se realizan los conciertos etc, todo desde cero, es un gran trabajo donde cada uno es vital para que todo sea perfecto".
"Fuimos víctimas de 3 robos, nos dejaron sin luces, sin instrumentos y hemos tenido que empezar de nuevo, no es nada fácil".

La historia de mi papá se divide en dos etapas: en los 80 con su éxito, llegó a tener 11 casas, pero para él el arte siempre estuvo primero, las perdió situaciones familiares y otras circunstancias, en una época nos sacaron del colegio porque no podían pagarlo, luego, en los 90, se fue a Méixco a buscar internacionalizarse y aquí le comenzó a subir como la espuma, más adelante regresó a Guatemala desde donde fijó su centro de trabajo", explicó.

La pérdida de Fidel Funes
Coco habla de qué significa la ausencia de su padre y maestro tras su partida: "No he sido de muchas amistades y trabajé con mi papá desde muy pequeño, él era mi jefe, mi director y mi amigo, fue un golpe muy duro, sentí que todo había terminado pero ahí voy, voy levantando el espíritu gracias al público", contó.
Acerca de la última voluntad del Maestro, Coco dijo: "Me pidió que mantuviéramos la calidad y la esencia del grupo, el mayor consejo que me dejó fue que se debe tratar or igual a todos, sin importar sus circunstancias o de dónde vienen".
"El mensaje que le envío al cielo es: ¡ahí voy!, aquí estoy, solucionando todo como él habría querido y ha salido bien, donde esté, espero que ya no esté sufriendo, voy para adelante, como él me enseñó".
"Lo recuerdo como una persona soñadora, activa, un hombre fuerte, que nunca se rendía, pasara lo que pasara, ahora sigo adelante y trabajamos en familia", explicó entre lágrimas.
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