La ancestral Chu'imeq'ena, tierra de los pinos, las manzanas y del gran prócer Atanasio Tzul, como también se le conoce a la ciudad de Totonicapán, guarda celosamente una riqueza cultural y tradicional a través de la indumentaria que la distingue
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El traje regional de la mujer totonicapense es un símbolo de identidad y riqueza histórica, con elementos que representan la conexión con la naturaleza, las tradiciones y cada pieza y detalle tiene un significado, reflejando en la cosmovisión de los totonicapenses.
A continuación detallamos cada uno de los elementos que conforman la indumentaria y su significado, según lo describe la Delegación Rabín Ajaw del Departamento de Totonicapán.

Güipil: Es de color rojo con labores negras y blancas. En ese orden, los colores representan la sangre de los ancestros y la oscuridad, simbolizando la historia y la dualidad de la vida.

Corte: es de color negro que representa la oscuridad y la rectitud de los ancestros, con líneas verticales y horizontales que evocan la estructura y la moralidad.
Faja: Es la que sujeta el corte, simboliza la seguridad y firmeza de las mujeres totonicapenses.

Caites o sandalias: representan el sustento y la conexión con la tierra.

Perraje: Tiene un significado especial, las mujeres solteras lo llevan al lado izquierdo y las casadas al derecho, y su colorido representa la riqueza de la naturaleza y el entorno.

Cinta: a menudo adornada con diseños florales y aves, simboliza la conexión con la naturaleza, la flora y la fauna de la región.

Joyas: Los aretes y collares, principalmente elaborados con materiales preciosos como la plata, representan la riqueza y la belleza de la mujer totonicapense.




