El Centro de Investigaciones Humanismo y Empresas (CIHE) y la IESE Business School de la Universidad de Navarra presentaron, en conjunto, los resultados de la "Encuesta a gerentes generales sobre prácticas de éticas formales", a través del estudio "Clima ético de las empresas en Guatemala", elaborado por Hugo Cruz y Joan Fontrodona, integrantes del departamento de Ética de IESE.
En las instalaciones de la Universidad del Istmo se destacaron algunos puntos importantes:
- La ética no puede dejarse a la buena voluntad de las personas. Hay varias formas de hacer el bien
- La empresa no es la suma de los individuos
- Las personas son el activo más importante, necesitan orientación.
- Guiar la actuación y la toma de decisiones
- Promover la conducta ética abierta.
Cuando una empresa se construye de manera ética se logra:
- Una reducción del riesgo de malas prácticas
- El aumento de medidas correctivas
- La integridad en la actuación de toda la organización
“A los que nos dedicamos a la etica lo que nos interesa que la gente haga bien, estudiando las malas prácticas”, explicó Fontrodona. También agregó que existe un paradigma dominante que hay que desterrar:
Algunas preguntas claves que la directiva empresarial debe plantearse:
- ¿Qué tipo de empresa estoy construyendo?
- ¿Cómo fomentar la ética?
- ¿Es mi empresa una estructura social de virtud o pecado?
- ¿Cuántos medios y recursos dedico a formar a mis empleados?
- ¿La ética en mi empresa se reduce a una función burocrática o sirve para promover el desarrollo de las personas?
El caso de Cementos Progreso es un ejemplo digno de destacar en el país. La compañia fundamenta su cultura en cuatro pilares: liderazgo genuino, solidaridad, comportamiento ético y compromiso con la sostenibilidad de la empresa, explicó Christie Ippisch, oficial de Ética de la empresa nacional.





