Principales Indicadores Económicos

Lo tenía todo pero se enamoró de un pandillero que le pidió inusual prueba

  • Con información de Redacción/Nuestro Diario
19 de julio de 2025, 06:56
El pastor evangélico le dijo que para entrar en el Reino de Dios tenía que pedir perdón. (Foto: Archivo)

El pastor evangélico le dijo que para entrar en el Reino de Dios tenía que pedir perdón. (Foto: Archivo)

Hace mucho que Teresa no siente compasión, si acaso tuvo piedad alguna vez, fue solo por unos segundos, cuando de niña le perdonó la vida a un pollito que tuvo la intención de ahogar en la pila.

TE PUEDE INTERESAR: La historia de cómo surgió la Mara Salvatrucha en Guatemala

"Yo quisiera arrepentirme", dice ahora con aparente sinceridad. "A veces en la noche me pongo a pensar en la mujer que maté, pienso en sus hijos y me imagino que se quedaron solos y tienen hambre por mi culpa, pero eso no me hace sentir mal. Trato de llorar, lo juro, pero no puedo". Sus palabras dan la impresión de que realmente vive un conflicto, de que sus intentos por sentir compasión son genuinos. Genuinos pero inútiles.

El pastor evangélico le dijo que para entrar en el Reino de Dios tenía que pedir perdón. "Arrepentirte de verdad. Tienes que llorar, sufrir, sentirte verdaderamente mal cuando recuerdes lo que hiciste. Solo cuando hayas llorado a mares y hayas pasado noches sin dormir por los remordimientos, se te abrirán las puertas del cielo".

A Teresa esas palabras se le quedaron grabadas. Creció en la religión católica y desde pequeña tuvo miedo del infierno, pero ese miedo se fue cuando conoció a un pandillero del que se enamoró perdidamente. Él le pidió una prueba de amor: matar a una de sus enemigas. Y ella lo hizo sin dudarlo. No sabe cómo pasó, pero en un pestañeo cambió de dios, el Dios de la Biblia dejó de tener sentido para ella y ya solo se dedicó a adorar a un único dios: el Funky, un tipo tatuado de ojos acristalados.

Enamorarse de un pandillero le causó tantos problemas a Teresa. (Foto: Archivo)
Enamorarse de un pandillero le causó tantos problemas a Teresa. (Foto: Archivo)

Cuando, días después, el pastor le preguntó si había logrado arrepentirse, ella fue sincera: "me acordé de la cara de la mujer que maté. La vi llena de sangre, tirada en el suelo y la verdad ...me sentí bien, me sentí orgullosa". El pastor la vio con la mirada más oscura que ella haya sentido y le aseguró que pasaría la eternidad en el infierno: "vas a vivir calcinada por las llamas, tu sufrimiento no tendrá fin". Esas palabras, dice, la asustaron más que las que dijo el juez cuando la sentenció a pasar prácticamente el resto de su vida presa.

Teresa ha matado a tres personas, las tres a balazos, las tres vidas las arrancó antes de haber cumplido los treinta años. Eran tres miembros de la mara rival y para ella, asesinarlos fue un éxito, le trajo prestigio dentro de su nueva familia –su familia anterior, la genética, todavía la visita en prisión– su crimen fue un triunfo en las nuevas reglas sociales que adoptó al entrar en la pandilla.

¿Qué sintió al matar? "Mucha energía", dice Teresa a secas, "uno se siente mejor cuando lo cuenta, cuando regresa con los compañeros y les da detalles de cómo cayó o de si pidió que no la mataran, todo eso".

Cuando era niña, le perdonó la vida a un pollito que tuvo la intención de ahogar en la pila. (Foto: Archivo)
Cuando era niña, le perdonó la vida a un pollito que tuvo la intención de ahogar en la pila. (Foto: Archivo)

Habló durante dos horas de su infancia, que había sido perfectamente normal, sin padres abusadores, sin violencia intrafamiliar, de sus días en un colegio privado y en un hogar acomodado, y de cuando decidió ingresar en una pandilla por amor.

De los desteñidos muros de la cárcel pendían ajados adornos navideños. La mayor preocupación de Teresa, a los pocos minutos de terminar lo que había sido una confesión laica, con sus ojos negros de mirada infantil, clavados en el espacio, era: "¿usted cree que exista el infierno?".

Obteniendo...
Obteniendo...
Obteniendo...
Obteniendo...
Obteniendo...
Obteniendo...
Obteniendo...
Obteniendo...
Obteniendo...
cerrar