Byron Lima no esconde su ira. Se siente traicionado y ha arremetido en contra de las más altas autoridades del gobierno.
Sin duda alguna, Lima Oliva era un reo poderoso. Ha logrado construir en prisión un patrimonio importante que ya quisieran muchas personas libres. La cárcel tampoco ha sido para él todo lo dura que podría ser. Gozaba de inusitados privilegios: iba y venía, entraba y salía, se escapaba a disfrutar de un “spa”. Y “en el trabajo”, llevaba a personalidades políticas a los “actos cívicos” que organizaba en los patios de Pavoncito.
Su hermano trabajó para el diputado oficialista de Quiché, Estuardo Galdámez, famoso por intentar sobornar a un periodista. Lima se sentía cercano al partido oficial, sin duda alguna, y ahora que lo han apresado no le alcanza la boca para reclamar.
La corrupción en presidios no es nueva. Ya en el 2006, el gobierno de Oscar Berger intentó tomar Pavón por la fuerza. Lo único que quedó de ese fallido ensayo fueron siete reos muertos y varios procesos en contra de los funcionarios que encabezaron el operativo.

Ahora no parece que a vaya a ser distinto. Como lo atestiguan unas imágenes publicadas ayer en Soy502, la vida en Pavón sigue igual, incluso al momento en que era requisado el centro carcelario de Pavoncito por el caso Lima.
Las imágenes muestran que los reos tienen acceso a teléfonos celulares y se comunican sin pena. El terreno de la “granja” está dividido en “parcelas” que se entregan en “propiedad” o “usufructo”. Las casas particulares cuentan con los servicios que el prisionero pueda pagar.
Los centros de detención no deberían ser lugares de tortura. Su función es aislar de la sociedad a elementos peligrosos, para que no hagan más daño. De ser posible, deberían brindarle a los reclusos la posibilidad de rehabilitarse.
Lima no es el Alfa ni el Omega de un sistema corrupto hasta la médula. Presidios ya estaba podrido antes de que él llegara y aunque sin duda él es un engranaje importante de toda la red, ésta ni empieza ni termina con él.
Ahora la Cicig ha puesto en el mapa este agujero negro de la impunidad. Es de esperar que la investigación arroje luz sobre la maraña y ayude a desmantelarla.
Mientras las cárceles se mantengan como hasta el momento, operando como nidos de corrupción donde los presos que pueden pagar hacen lo que les viene en gana, estos centros, en lugar de proteger a los ciudadanos honrados, funcionan como casas matrices del crimen organizado.
Más allá del impacto mediático que ha tenido el caso –y de las repercusiones políticas que sin duda vendrán para los Patriotas—ojalá sirva detonante para iniciar la auténtica reforma penitenciaria que se necesita desde hace tanto tiempo.
En los últimos años, la suerte que han corrido los funcionarios de presidios es espeluznante. Muchos han sido asesinados de forma salvaje…Otros han sido procesados por diversidad de delitos.

Me consta que durante años hay profesionales en este ramo que han tratado, sin éxito, de abordar el problema con un enfoque integral.
Hasta ahora, los saqueadores de ese enorme botín que representan las cárceles ha impedido que cualquier cambio suceda y la impunidad se perpetúa.





