Padre e hijo fueron velados junto a su familia tras 14 horas de labor para rescatar sus cuerpos.
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Luego del sismo registrado la tarde del martes 8 de julio, un derrumbe en el kilómetro 47 de la ruta que conduce de Palín, Escuintla, hacia Santa María de Jesús, Sacatepéquez, cobró la vida de un padre y su hijo cuando una enorme roca se desprendió de un talud y cayó sobre el picop en el que se transportaban, dejando ambos cuerpos atrapados.

El rescate continuó desde la madrugada del miércoles donde los elementos de los Bomberos Voluntarios iniciaron labores de recuperación, que se extendieron hasta la tarde de ese mismo día hasta que lograron extraer los cuerpos sin vida de las víctimas.

Los fallecidos fueron identificados como Teodoro Chil, de 53 años, y su hijo Federick Chil, de 20. Según informaron los socorristas, ambos transitaban por el lugar al momento del derrumbe.

Los cuerpos fueron velados el jueves 10 de julio, inicialmente en la vivienda familiar ubicada en la zona 2, después fueron trasladados al caserío Los Yas, donde continuó el velatorio antes de ser sepultados en el cementerio local.

María Alicia Boror, esposa y madre de las víctimas, compartió que su esposo se dedicaba a la carpintería desde hacía más de una década, oficio que desempeñaba en un pequeño taller junto a sus dos hijos. La familia, conformada por once miembros, dependía económicamente de Teodoro, quien era el principal sostén del hogar.

"Hoy estoy desconsolada. Teodoro nos apoyaba para sacar adelante a nuestros hijos, especialmente a los más pequeños que aún están en la escuela. Además, quedó madera pendiente de pagar. Si hay personas de buen corazón que puedan apoyarnos, Dios se los recompensará", expresó Boror, visiblemente afectada por la tragedia.





