En las riberas del Río Las Minas, en San Juan Comalapa, Chimaltenango, se esconde un vestigio colonial: una antigua mina de níquel olvidada que según historiadores, el material extraído sirvió para fundir las emblemáticas campanas de la iglesia Comalapa
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En las apartadas riberas del río Las Minas, en la aldea Pamumus, de San Juan Comalapa, se ocultan entre la maleza y el paso del tiempo los vestigios de una antigua mina de níquel activa desde la época colonial.
Este sitio, que en su momento albergó una intensa actividad minera aprovechando el caudaloso río, hoy yace en el olvido, custodiado por el silencio, las leyendas y el difícil acceso al terreno.
Según las investigaciones del fallecido historiador local Delfino Sajcabun, esta cantera no fue una mina cualquiera. En sus escritos afirmó que de allí se extrajo el material con el que se fundieron las campanas de varias parroquias de la región.
Se dice incluso que las emblemáticas campanas de la iglesia San Juan Bautista de Comalapa fueron moldeadas con el níquel proveniente de estas tierras, uniendo así su historia con la fe y la identidad del pueblo.
Misterio envuelve vestigio
Con el abandono, el lugar quedó envuelto en misterio. Entre los pocos que conocen el área circula una leyenda persistente: en noches silenciosas, algunos aseguran escuchar el eco de golpes de pico, el arrastre de piedras y el murmullo de obreros trabajando bajo tierra. Pero quienes se atreven a investigar solo hallan un paisaje desolado, cubierto por la vegetación y sin señal de vida humana.
El acceso complicado ha hecho que pocos sepan de la existencia y valor histórico de la mina. La naturaleza ha reclamado el espacio, ocultando entre raíces y musgo los rastros de un pasado que resiste al olvido.
Nicolás Colaj, vecino del lugar, lamenta su deterioro. "Estos monumentos guardan historia y leyendas que no debemos olvidar", expresó. Su sentir refleja el de muchos que consideran el sitio un patrimonio que debe preservarse, no solo por su valor material, sino por las historias que guarda.
La mina de níquel en las riberas del río Las Minas es, en esencia, un capítulo oculto de la historia colonial de Guatemala: un escenario donde el trabajo, la fe y el misterio se entrelazan, esperando ser redescubiertos antes de que el tiempo y la maleza borren sus últimos vestigios.
Detalles
- San Juan Comalapa, Chimaltenango, es un municipio con profundo valor histórico y cultural, conocido como "La Florencia de las Américas" por su riqueza artística. El patrimonio de sus iglesias coloniales, como la San Juan Bautista, es un foco de atracción y orgullo local.
- La extracción de níquel se remonta al período colonial en Guatemala, aunque la explotación masiva a nivel industrial ha estado históricamente concentrada en el oriente del país, como Izabal. A pesar de esto, se sabe que el país cuenta con grandes cantidades de este recurso mineral.
- La iglesia de San Juan Bautista, mencionada en la investigación, es un hito cultural. El valor histórico de sus campanas se suma al de otras parroquias de Chimaltenango, que custodian reliquias antiguas de alto significado patrimonial.
