La música puede hacerte bailar en una discoteca o ponerte a llorar, pero ¿puede quitarte el sueño?
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La música es un gran estimulante para el cuerpo y se puede encontrar en todos lados. Además, cierto tipo de música puede ayudarte a mejorar tus hábitos de sueño, y definitivamente puede hacerte dormir mejor.
Los padres podrán reconocer que la música puede ayudar muy bien a los bebés, con canciones de cuna o tonalidades relajantes. Varios estudios aclaran que la música relajante puede ayudar a dormir a los pequeños recién nacidos, a los niños de primaria y a los adultos también.

Un estudio publicado en Journal Of Community Health Nursing analizó a mujeres mayores de 70 años que sufrían de desordenes del sueño.
En la investigación se determinó que escuchar música disminuía el tiempo para quedarse dormido. Las mujeres pasaron de tardar media hora a 1 hora completa en quedarse dormidas, a dormir en 15 minutos.
Además, escuchar música es un método que utilizan algunos anestesistas en la sala de operaciones, pues se descubrió que tienen un efecto en los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Los niveles altos de cortisol pueden causar insomnio, sueño ligero y sueño interrumpido. Por lo mismo podrías reconsiderar utilizar una lista de reproducción para dormir.

¿Por qué funciona?
Según Sleep Foundation, los efectos de la música en el sueño tienen que ver con la regulación de hormonas como la dopamina, la hormona de la felicidad, la cual se libera cuando realizas actividades placenteras.
Esto te hace sentir mejor cuando vas a dormir y podría disminuir el dolor, que puede ser un causante de los problemas del sueño.
Además, la música tiene la habilidad de relajar el sistema nervioso autónomo, haciendo la respiración y latidos del corazón más lentos, esto también disminuye la presión arterial.
Se recomienda que la música que escuches se encuentre entre los 60-80 BPM, porque los latidos normales del corazón se encuentran entre los 60 y 100 BPM, pero el género o ritmo es muy personal.

Recomendaciones de los expertos
Trata de evitar que la música que escuches te haga sentir emociones muy fuertes, como tristeza, rabia o euforia.
Trata de volverlo un hábito creando una rutina del sueño y ten cuidado con los audífonos. Los audífonos que puedes utilizar son de casco, pues estos no lastimaran el canal auditivo, y de ser posible coloca bocinas cerca de tu cama que no tengan luces decorativas.






