Entre colinas y envuelto por la neblina característica de Alta Verapaz, el estadio José Ángel Rossi Ponce, conocido popularmente como estadio Verapaz o el Ecológico de América, es mucho más que un recinto deportivo: es un símbolo de la historia cobanera
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Su inauguración se remonta al 1 de agosto de 1936, una fecha que también marca el nacimiento del equipo local con el que comparte origen, el Cobán Imperial. En su interior caben alrededor de 15 mil aficionados, quienes vibran en cada jornada con los juegos de los príncipes azules.
Fue la primera infraestructura deportiva de alto nivel en la ciudad y desde entonces ha sido escenario de partidos memorables y celebraciones que han marcado a generaciones.

El sueño de levantar un espacio destinado al deporte comenzó con una junta directiva presidida por el coronel Guillermo Flores Avendaño. En su etapa inicial, además de una cancha de futbol, el complejo contaba con pista ecuestre y una concha acústica, lo que lo convirtió en un espacio multifuncional.

Uno de los detalles más distintivos del estadio es su tribuna principal, conocida como Tribuna Monja Blanca, que homenajea a la flor nacional.
Esta tribuna, al igual que el resto de la estructura, evolucionó con el tiempo: de madera pasó a concreto, sin perder su esencia original.

El Verapaz también honra en su nombre a José Ángel Rossi, recordado por su legado como formador de futbolistas desde el Instituto Normal Mixto del Norte.

Aquella tarde de su inauguración, el Cobán Imperial enfrentó al campeón de Guatemala, Tipografía Nacional, marcando el inicio de una historia que sigue latiendo fuerte hasta este momento.




