En la actualidad, la etiqueta en la imagen ha cambiado y se ha vuelto menos rígida, dejando espacio para situaciones que antes eran inaceptables.
Pese a ello, vale la pena recordar que menos es más y que no siempre la moda le acomoda a todos por igual.
Ejemplo: los colores fuertes como el negro, azul y morado son mejores para la noche, ya que son colores intensos que durante el día pueden lucir recargados.
Con los labios sucede lo mismo, los colores fuertes añaden drama e intensidad, pero si los usas durante el día, combínalos con el resto del maquillaje suave y sutil.
Las uñas siempre y cuando estén bien arregladas, lucen elegantes, pero dependiendo de tu profesión, puede que algunos colores sean muy llamativos para la oficina.

No pierdas de vista la elegancia y la sutileza a la hora de arreglarte. No necesitas llevarlo todo junto: uñas, labios y ojos maquilados con todo.
Aprende a vestirte según la ocasión y siempre estarás elegante y sobria.






