El exgobernador del estado mexicano de Veracruz, Javier Duarte, se resiste a aceptar la extradición hacia su país de origen.
El exfuncionario dijo que “se reserva el derecho” de aceptar voluntariamente ser enviado a México para enfrentar la justicia hasta que “se reciba la solicitud formal de su extradición”.
Duarte, que permaneció prófugo durante seis meses, fue capturado el pasado sábado 15 de abril en un lujoso hotel en el municipio de Panajachel, Sololá. Las autoridades mexicanas lo buscan por supuestamente establecer un complejo esquema de operación para malversar fondos públicos.
Javier Duarte vivía en un apartamento en la Antigua Guatemala
El exfuncionario fue llevado este miércoles, entre fuerte medidas de seguridad, a la torre de tribunales para participar en una audiencia de extradición. Ahí Duarte le dijo al titular del Juzgado Quinto de Primera instancia Penal, Adal García, que llevaba seis meses en Guatemala y que no deseaba que ningún servicio de la Embajada de México.
Luego de un receso de aproximadamente 30 minutos, en donde el exgobernador consultó con sus dos abogados defensores, Duarte decidió que aún no iba a decidir sobre aceptar su extradición.
El exgobernador explicó que va a esperar a que sus abogados reciban la solicitud formal de extradición de parte de los Estados Unidos Mexicanos y luego de que ellos la analicen, va a tomar la decisión de aceptar su extradición o apelar.
Según la ley, Guatemala tiene 60 días para extraditar a Duarte luego de que las autoridades mexicanas han sido formalmente notificadas de su captura. No obstante, hasta que no se termine el proceso acá en guatemala el mexicano permanecerá en la cárcel.
Javier Duarte es acusado de desviar y lavar, durante sus seis años como gobernador, un total de 223 millones de pesos mexicanos (12.1 millones de dólares) del erario público. Dinero que estaba destinado para la educación y la salud del Estado de Veracruz.





