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Kelley Mack parte en paz, rodeada de amor por su familia.
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La actriz estadounidense, conocida por su participación en la exitosa serie de The Walking Dead, en el papel de Addy, ha fallecido a los 33 años, luego de luchar contra un glioma del sistema nervioso central.
Un glioma es un tipo de tumor que afecta la médula espinal o el cerebro y la noticia fue confirmada en las redes oficiales de Kelley Mack por su hermana, quien no dudó en despedirse con emoción y desconsuelo.
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"Con una tristeza imborrable, anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley. Una luz tan brillante y apasionada ha trascendido hacia el más allá, ese lugar al que, eventualmente, todos debemos ir".
"Mack partió en paz el sábado por la noche, acompañada de su amorosa madre Kristen y su inquebrantable tía Karen. Ya se ha manifestado ante muchos de sus seres queridos en forma de distintas mariposas".
"Mi hermana querría que todos supieran cuánto los ama y quiero resaltar lo valiente que fue, especialmente cuando tomó la decisión de dar el salto para reunirse con Dios. Estoy increíblemente orgullosa de ella", concluye el anuncio, demostrando el amor incondicional de su hermana.
