Lo que se anunció como un exitoso sistema de transporte colectivo en China para evitar la congestión vehicular, terminó siendo un rotundo fracaso, ya denominado como el peor del siglo.
Se trata del Autobús Elevado de Tránsito (TEB por sus siglas en inglés), el cual fue anunciado con bombos y platillos como "el autobús del futuro" chino el cual pretendía resolver el problema del tráfico en las ciudades del país asiático que ahora duerme el sueño de los justos en un garaje.
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El novedoso autobús que tiene capacidad para transportar a 300 personas, que mide 22 metros de largo por 7.8 de ancho y 4.8 de alto que además permitiría el paso de dos vehículos por debajo y así evitar el tránsito, es vigilado por dos guardias de seguridad que reconocen que han sido olvidados también.
Paradójicamente el flamante nuevo medio de transporte es el causante de un atasco enorme ya que bloquea una importante red vial de la ciudad de Qinhuangdao, la cual la empresa que desarrolló el TEB rentó para su instalación, pero el autobús no se ha movido ni un solo centímetro, abandonado en un garaje, oxidándose y con una capa de polvo encima.
En agosto recién pasado, el TEB realizó sus primeras pruebas pero estas se detuvieron abruptamente y los medios de comunicación lo empezaron a tildar como una gran estafa, por lo que los inversores pidieron la devolución de su dinero y comenzaron a llover las críticas públicas.
En septiembre se reiniciarían las pruebas pero los ensayos duraron poco.
A pesar de su innovador diseño, los críticos subrayan que presenta varios defectos y también se teme que un autobús de 22 metros de largo sea demasiado pesado para las carreteras en China, que han sufrido frecuentes hundimientos, por lo que durante una emergencia, su altura podría ser un obstáculo para la evacuación de los pasajeros.
*Con información de RT





