En las últimas dos semanas se han registrado ocho amotinamientos en distintas cárceles.
OTRA NOTA: Presidente afirma que no se cede ante pandillas por control de cárceles
Tanto el presidente Bernardo Arévalo como el ministro de Gobernación Francisco Jiménez fueron abordados por los recientes motines ocurridos en distintas cárceles del país y respondieron que el Gobierno no cederá a sus peticiones y los privilegios que tenían los reclusos no regresarán.
Desde que el Gobierno decidió aislar a las cabecillas de las organizaciones criminales Mara Salvatrucha y Barrio 18 se han registrado ocho motines en las distintas cárceles y centros de privación de libertad.
En total 39 personas han sido rehenes de los privados de libertad quienes exigían que sus líderes regresaran a las cárceles donde anteriormente estaban.

El presidente Bernardo Arévalo afirmó que los motines "son una expresión de las estrategias que se están tomando precisamente para retomar el control de las cárceles".
"Ha sido la decisión de poner en aislamiento y no en las condiciones de comodidad que se generan a veces adentro de esas cárceles a los cabecillas de las maras lo que generó este tipo de reacciones", apuntó el mandatario.
Agregó que lo importante es notar que "todas estas situaciones se han ido resolviendo sin pérdida de vidas, sin heridos por medio de un mecanismo de negociación" y que al mismo tiempo el Ministerio de Gobernación "no ha cedido en nada en las medidas que está tomando".
LEA MÁS: En día de motines: proponen ley para crear nuevos centros de detención
"Así que el Ministerio de Gobernación sigue adelante con ese proceso de recuperación de cárceles", puntualizó el gobernante
Francisco Jiménez, ministro de Gobernación, aseguró que no se trasladará a ningún reo fuera del centro carcelario Renovación. "Sea un líder de pandillas o líder narcotraficante, no vamos a sacarlos, el Estado no puede seguir cediendo ante la criminalidad", afirmó.
"No podemos seguir así, el problema no es el orden o desorden, el problema es que están afectando a la población, aunque si entre ellos se están matando el impacto que tienen entre las personas es muy alto", aseveró el funcionario.

Agregó que eso no significa que los reclusos que están en ese centro no estarán en condiciones que no respeten las normas internacionales y la ley.
"Significa tener una distribución interna en el centro que garantice que no se vayan a matar entro de ellos, no es para darles privilegios, ni para sacarlos. No tengo ninguna pretensión de poner alguno a fuera, nuestro objetivo es que cumplan su condena en condiciones de control y hacer lo que tenemos hacer limitar su capacidad de coordinación afuera", aseguró el ministro.
Reconoció que no han logrado al cien por ciento que puedan coordinarse con los miembros de las estructuras que están libres, pero aseguró que están encaminados hacia lograrlo. "No lo hacen en términos de exigir sus derechos, sino privilegios y eso el Estado y el Gobierno está decidido a que no continúe", dijo Jiménez.




