La Granja Modelo de Rehabilitación Pavón fue inaugurada el 12 de enero de 1968, con la finalidad de ser un centro penal de readaptación social y reeducación de las personas privadas de libertad.
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Lo que nació como un experimento de reinserción social, terminó convertido en un foco de corrupción. La Granja Penal Pavón, inaugurada el 12 de enero de 1968 como un "modelo de rehabilitación", alberga hoy a 4,455 reclusos, más del triple de su capacidad inicial, y arrastra décadas de abandono estatal.
Su construcción comenzó el 9 de agosto de 1965 durante el gobierno del coronel Enrique Peralta Azurdia. Según el historiador Miguel Álvarez, la finca donde se ubica perteneció a José Pavón, de quien toma su nombre. Fue edificada por los propios privados de libertad, con una inversión de Q3.7 millones.
La idea de establecer "Granjas de Rehabilitación" surgió del Acuerdo Gubernativo del 25 de marzo de 1963, que proponía ubicar estos centros en Petén; sin embargo, ante la oposición política y social, el acuerdo fue derogado en 1966, sin que se aprobara uno nuevo. A pesar de ello, se impulsaron tres proyectos: Pavón (Fraijanes), Canadá (Escuintla) y Cantel (Quetzaltenango), segmentados según regiones climáticas.

La tesis "Cien años de historia penitenciaria en Guatemala", de Antonio López Martín, documenta que Pavón fue diseñada para alojar a 1,174 internos, en un entorno de trabajo agrícola, educativo y productivo. Pero ese ideal se fue diluyendo.
Con los años, los reclusos empezaron a construir champas alrededor del campo de futbol para recibir visitas. Lo que comenzó como una práctica tolerada, pronto degeneró en espacios alquilados por un quetzal, que derivaron en prostíbulos y centros de corrupción.
Las autoridades intentaron erradicar estas prácticas sin éxito, revelando el colapso del control estatal dentro del penal.
Hoy, Pavón es administrada por la Dirección General del Sistema Penitenciario, que supervisa 21 cárceles más en todo el país.




