Trece mineros secuestrados a finales de abril en Perú fueron encontrados sin vida.
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La compañía Poderosa, que opera una mina de oro en el departamento de La Libertad, al noroccidente de Perú, confirmó la trágica noticia: trece de sus trabajadores, secuestrados a finales de abril fueron encontrados sin vida dentro de un socavón.
Los cuerpos presentaban signos de haber sido ejecutados.
Según el comunicado oficial, los responsables serían mineros ilegales aliados con grupos criminales que tomaron por la fuerza la mina donde laboraban las víctimas.

El secuestro ya había generado conmoción nacional, sobre todo después de que los captores exigieran pagos de rescate a los familiares para liberar a los trabajadores.
La gravedad del hallazgo estremeció al país. De acuerdo con la emisora RPP, los cuerpos fueron hallados maniatados, vendados y desnudos, con impactos de bala en el cuello, en lo que parecería una ejecución sistemática dentro del socavón.
En su pronunciamiento, Poderosa expresó su solidaridad con las familias y denunció que ya suman 39 personas (entre colaboradores, mineros artesanales y trabajadores) asesinadas por bandas criminales que han convertido a Pataz en un territorio sin ley.

Identificados
Las víctimas fueron identificadas como:
- Jefry Stiven Padilla Hidalgo
- Juan Joel Ñaupari Salva
- Yobal Martínez García
- César Rospigliosi Arellano
- Franklin Vicente Facundo Inga
- Jhon Cristian Facundo Inga
- Frank Jesús Monzón Valeriano
- Nilver Joel Pérez Chuquipoma
- Josué Carbonel Beltrán
- Darwin Javier Coveñas Panta
- Wilmer Chávez Mijahuanca
- Deyther Domínguez Ramírez
- Mego Yumbato Huacho

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Secuestrados desde el 27 de abril
Las familias de los mineros habían reportado la pérdida de comunicación con ellos desde el 27 de abril, cuando se encontraban trabajando en el interior de la mina.
Ante la ola de violencia, la gobernación de La Libertad solicitó al Ejecutivo declarar el estado de sitio en la provincia de Pataz. "Es una medida extrema pero necesaria para recuperar el control del territorio y erradicar las redes criminales que amenazan la seguridad del Estado", afirmaron.

Ese mismo día, la Policía Nacional del Perú logró rescatar a 50 trabajadores de otra minera, Caraveli, que también habían sido secuestrados.
Sin embargo, la presión sobre el gobierno de Dina Boluarte aumenta, debido a las críticas por su limitada presencia en la zona y la falta de acciones contundentes para frenar el avance del crimen organizado en la región.
