Lo que inició como un oficio de telas típicas guatemaltecas se transformó hace 24 años en un negocio textil familiar modelo de producción integral, liderado por Feliza López González.
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La historia de Artemarq es un testimonio de esfuerzo, tradición y visión empresarial que nació hace varias décadas en el cantón Esquipulas, San Andrés Chapil, San Marcos.Lo que comenzó como un oficio familiar dedicado a la elaboración artesanal de hilos, teñidos y telas típicas, evolucionó con el tiempo hasta convertirse en un taller que fusiona la herencia textil con la confección moderna.
Hace 24 años, la familia decidió dar un paso trascendental: sumar la experiencia técnica del esposo de la fundadora para transformar aquel taller artesanal en una empresa con capacidad de producir desde la materia prima hasta las prendas terminadas. Este modelo integral no solo fortaleció su independencia productiva, sino que también abrió oportunidades laborales dentro de la comunidad.
Hoy, Artemarq combina la elaboración de telas con la confección de productos hechos a mano y diseños personalizados. Su catálogo incluye bolsas, chumpas, camisas, chalecos, billeteras, llaveros, monederos, blusas, pulseras y una variedad amplia de artesanías típicas. También destacan sus manteles, chalinas, huipiles y prendas institucionales.
En los últimos años, la empresa ha innovado con chalecos culturales con aplicaciones típicas, uniformes con reflectivo, gorras y logotipos sublimados o bordados, ampliando así su mercado hacia colegios, auxiliaturas, iglesias y empresas que buscan identidad propia en sus vestuarios.
La demanda de sus productos ha trascendido las fronteras de San Marcos, llegando a Quetzaltenango, Huehuetenango, otros municipios del occidente y, en ocasiones, incluso a la capital y Estados Unidos. El taller funciona con tres trabajadores fijos, tres temporales y un grupo variable de colaboradores especializados en procesos como devanado, urdimbre y teñido.
"Nos gusta trabajar y dar empleo. Queremos hacer las cosas bien y seguir creciendo", expresó Feliza López González, fundadora de Artemarq, al compartir su visión de futuro.
Desde un enfoque orientado a inspirar a más mujeres emprendedoras, la asesora empresarial Isabel Cristina Pérez Orozco recomienda: "Las mujeres que desean emprender deben construir alianzas estratégicas. Innovar, aprender y desarrollar resiliencia convierte un negocio común en uno extraordinario".
Artemarq continúa así su camino, honrando sus raíces y proyectando un crecimiento que fortalece la identidad cultural y el desarrollo económico de su comunidad.
