La policía española anunció que ha encontrado al niño británico de cinco años con un tumor cerebral que sus padres sacaron sin autorización de un hospital, contra las indicaciones de los médicos.
Tras dos días de búsqueda contrarreloj, primero en Inglaterra y Francia y posteriormente en España, el niño Ashya King, fue hallado en el sur de España. Los padres del pequeño, Testigos de Jehová, lo sustrajeron de un hospital de Southampton.
Los médicos habían advertido de que su vida corría peligro, dado que dependía de una máquina que podía quedarse sin batería.
A raíz de estas informaciones, y después de que Interpol emitiese el viernes una "alerta mundial" en 190 países, la policía española lanzó la búsqueda llamando a la colaboración ciudadana en las redes sociales.
Para las autoridades británicas era "vital" localizar al niño, quien se desplaza en silla de ruedas y no puede comunicarse.
Operado por última vez hace siete días, la vida del menor depende de una sonda gástrica que le permite alimentarse. Las autoridades dijeron el viernes que la batería de la máquina en principio debía "agotarse durante el día".
