Mantener en buen estado la pintura de nuestra casa, oficina, local comercial u otro tipo de inmueble, no es únicamente una cuestión de estética, sino también de protección y valorización de dicho bien.
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Una fachada limpia y con buen aspecto genera una impresión positiva, transmite orden y refleja el cuidado que tienen los propietarios por su hogar.
La pintura cumple un rol fundamental como barrera protectora frente a las condiciones climáticas; en lugares donde la lluvia, el sol intenso o la humedad son frecuentes, la pintura ayuda a prevenir el deterioro.

Para el iniciar el cambio de pinturas se acude a los expertos de los colores que pueden ir en el interior y exterior.
Anderson Coronado, quien es experto en este tema, charló con Soy 502 y comentó que mantener la vivienda bien pintada ayuda a conservar su valor comercial.

Coronado dijo que luego del proceso de elección de tipo de pintura y tonos se debe cuidar, con limpiezas periódicas e incluso con aplicación de impermeabilizante.
El experto recomendó reaplicar pintura en el exterior de la vivienda entre cada cinco y siete años, dependiendo del tipo que se haya usado y las condiciones climáticas.

En interiores, el tiempo puede variar según el uso del espacio, pero también es aconsejable hacerlo regularmente para mantener un ambiente agradable a la vista.
Para la pintura exterior:
1. Limpia las paredes periódicamente
Usa agua y jabón suave o una hidrolavadora con baja presión para quitar el polvo, moho o residuos. Esto ayuda a conservar el color.
2. Evita el exceso de humedad
Verifica que no haya goteras o filtraciones. El agua puede dañar la pintura rápidamente y causar desprendimiento o manchas.
3. Aplica un sellador o protector
Usa selladores impermeables para prolongar la vida de la pintura frente a la lluvia y el sol.
4. Repara grietas a tiempo
Las grietas pequeñas permiten que el agua entre y deteriore la pintura. Usa masilla y vuelve a pintar si es necesario.
5. Pinta en las épocas adecuadas
Elige días secos y con clima templado para pintar o retocar. La humedad o el sol intenso pueden afectar el secado.

Para la pintura interior:
1. Evita los golpes y rayones
Mueve muebles con cuidado y evita rozar las paredes con objetos duros o sucios.
2. Limpieza regular
Limpia con un paño húmedo en áreas propensas a ensuciarse, como pasillos o cerca de interruptores. Usa productos suaves.
3. Ventila bien los ambientes
Evita el moho o la condensación en baños y cocinas manteniendo una buena ventilación.
4. Usa pinturas lavables en zonas clave
Como cocinas, baños o habitaciones de niños. Estas pinturas resisten mejor el desgaste.
5. Haz retoques cuando sea necesario
Guarda un poco de la pintura original para cubrir manchas o rayones y mantener un aspecto uniforme.
