Con su marca Dulcita, María Isabel impulsa la producción de miel casera, rescata colmenas y promueve el uso de envases reciclados.
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Al encontrar abejas instaladas en casa, la mayoría de los propietarios reacciona con temor y busca los medios para erradicarlas lo antes posible.
En cambio, al observar una colmena dentro de su hogar, María Isabel Montes vio una oportunidad en vez de una amenaza.
Doce años después, recibe la visita de compradores que buscan la miel de abeja producida en su hogar, la cual se vende a Q100 por litro.
"Mucha gente quema los panales en sus casas, pero yo decidí cuidarlos y hoy por hoy vendo miel cada año", explicó María Isabel.
Entre los meses de abril y mayo, sus hijos la ayudan con la castración de la miel que producen las miles de abejas resguardadas en cajas.
La labor se hace con todas las precauciones del caso, utilizando los trajes especiales que los resguardan de los piquetes.

De ese trabajo familiar nació la marca "Dulcita", con la que María Isabel comercializa el producto a nivel local y atiende solicitudes de compras al teléfono 3290-7849.
"Entre mis objetivos está cuidar el ambiente, por lo que solicito a los clientes que lleven recipientes reciclados para almacenar la miel", explicó.
También comentó que se dedica al rescate de colmenas, pues las personas le llaman y ella acude a los lugares para reubicarlas en lugar seguro.
"Mi próximo proyecto es crear un apiario. Ya estoy preparando el terreno y pronto comenzaré con la construcción para tener instalaciones adecuadas para las abejas y las personas", anticipó.
El comportamiento de María Isabel hacia las abejas revela la capacidad de encontrar opciones que pasan inadvertidas para los demás y ofrecer un nuevo servicio.
De esta manera, como apuntó Manuel Bacaro, Máster en Administración de Empresas, dio con las necesidades de los compradores que aún no están cubiertas.

"Solo descubriendo estas necesidades podemos crear nuevas ideas de negocio que no sean repetitivas y que sean innovadoras para así atraer consumidores", puntualizó.
Para encontrar capital que permita la puesta en marcha de los emprendimientos, se pueden buscar financiamientos con tasas preferenciales en instituciones financieras.
"También se pueden buscar los 'capitales ángeles', que se refieren a inversores, quienes encuentren atractiva nuestra idea y acepten financiarla", detalló Bacaro.
El término también incluye a quien disponga del dinero y la visión social para apadrinar los proyectos de inversión.
"Incluir a la comunidad local es de mucha utilidad para este tipo de inversiones, pues estos pueden formar parte de nuestra fuerza laboral y de apoyo", añadió.




