Según el GEM, el incremento de la inseguridad, entre otros factores, influyeron en una reducción de hasta 800 mil emprendimientos en 2024.
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Guatemala se ha posicionado como un país de notable dinamismo emprendedor, con la segunda tasa de emprendimiento más alta de Latinoamérica. Sin embargo, detrás de estas cifras se esconde una realidad desafiante y costosa que amenaza la sostenibilidad de los negocios y, en el peor de los casos, los conduce al cierre.
El reciente informe del Monitor Global de Emprendimiento (GEM) para Guatemala 2024-2025 revela que la inseguridad no es solo un problema social, sino un factor de riesgo crítico que los emprendedores enfrentan a diario, una carga adicional que puede determinar su éxito o su fracaso.
Los datos recopilados por la encuesta del GEM revelan que la delincuencia afecta de manera desproporcionada a quienes se atreven a crear empresas. Según la información recopilada con la encuesta del GEM (APS), para 2024, un 18.3% de la población fue víctima de al menos un delito en los últimos 12 meses.
Víctimas de delitos
Sin embargo, existe una diferencia significativa entre emprendedores y no emprendedores. Entre la población que no posee un emprendimiento, la victimización fue de 16.0% y entre los emprendedores, fue del 22.4%. Esto significa que un emprendedor tiene un 40% más de probabilidad de ser víctima de un delito, que un no emprendedor.
Del total de los delitos por los que los emprendedores fueron víctimas, casi la mitad (45.7%) corresponde a robos o asaltos; mientras que las estafas representaron el 16.6%) y las extorsiones 14.8%. Además, es importante resaltar que estos últimos dos delitos afectan en mayor proporción a emprendedores que a no emprendedores.
Esta estadística subraya que la inseguridad impone un "costo adicional" tangible y perjudicial que se suma a los desafíos habituales del mercado, como la falta de financiamiento y la informalidad. Además, el promedio del costo del delito es cinco veces mayor para los emprendedores (Q16,635) que para los no emprendedores (Q3,129).

Los que empiezan, los más golpeados
De acuerdo con el GEM, la Tasa de Emprendimiento Temprano (TEA, por sus siglas en inglés) y que comprende a emprendedores con negocios que tienen menos de 3.5 años de antigüedad, entre 2023 y 2024 pasó de 32.4% a 23.7%. Eso significa que la cantidad de personas en las etapas tempranas del emprendimiento pasó de 3.2 millones a 2.4 millones.
Estos cambios equivalen a una reducción de 8.7 puntos porcentuales de la TEA y, según Mónica de Zelaya, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín, casa de estudios a cargo del GEM, representa unas 800 mil personas menos emprendiendo en etapas tempranas.
Según el estudio, fenómenos como los bloqueos que limitaron la movilidad y el estado de la infraestructura vial, junto al incremento de la inseguridad, entre otros, influyeron en esa baja en la TEA.

"Las empresas establecidas o los emprendedores que ya tienen más de 42 meses de funcionar, ya incorporaron en su estructura de costos cosas del entorno, como la incertidumbre, inseguridad, temas de carreteras o bloqueos. Los que están en etapas tempranas son los más sensibles y es a los que más duro les pega", indicó de Zelaya.
La decana de la UFM recordó que en Guatemala, el 60% de los emprendimientos empieza con menos de Q10 mil. Si se toma en cuenta que el costo promedio del delito para un emprendedor es de Q16,635, "quiere decir que hubieran podido fundar casi dos negocios o meterle ese capital a su propio negocio o incluso invertirla en algo más".
David Casasola, director de investigación del GEM, destacó que los 800 mil emprendimientos menos en 2024 se trató principalmente de negocios de menor escala. "Es decir, que no tenían del todo capacidades para adaptarse a diferentes desafíos", entre estos, los costos de la inseguridad.




