Conocer los colores del moho ayuda a proteger la salud de la familia.
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Cada día las personas inhalan miles de diminutas formas de vida sin darse cuenta de ello. El aire y las superficies que nos rodean albergan bacterias, hongos, virus, ácaros y otros organismos microscópicos.
Por lo general, suelen pasar desapercibidas, pero cuando el entorno le es favorable, como un ambiente húmedo, suelen producirse manchas de colores que, en ocasiones, producen o empeoran problemas de salud.

Estas manchas multicolores se llaman moho y pueden producirse dentro del hogar, en cualquier rincón, desde una pared hasta alimentos que ya no se encuentran en buen estado.
Aunque existan algunos que son positivos e incluso comestibles, es indispensable aprender el significado de los colores para proteger la salud de la familia y así evitar alergias y enfermedades respiratorias.

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Moho negro: Científicamente conocido como Stachybotrys, suele formarse en materiales de construcción que han estado húmedos durante largo tiempo, como paredes y estructuras. Si la mancha es grande, podría liberar esporas nocivas para la salud.
Moho azul: A pesar de tener grandes aportes para la salud, como ser la clave para la creación del antibiótico penicilina y el inigualable sabor del queso azul, el Penicillium puede desarrollar nubes de esporas que contaminan el ambiente, creciendo en frutas cítricas descompuestas como las naranjas.

Moho verde: Es el más común debido a que suele estar presente en los alimentos que han expirado. Si se presenta a la mitad de una manzana, no basta con remover la parte afectada, por lo que en ninguna circunstancia debe consumirse.
Moho amarillo o naranja: A diferencia de otras especies de moho, necesitan la luz ultravioleta para crecer, por lo que suelen estar presentes en lugares húmedos al aire libre que contaminan la calidad del aire.

Moho rosa o rojo: La espuma que aparece alrededor de los grifos o las esquinas de las duchas en realidad no es moho, sino una bacteria llamada Serratia que se alimenta de los restos de jabón. Por lo general, es inofensiva, pero si se propaga, puede causar infecciones urinarias, respiratorias e incluso oculares.
Moho blanco: Esta especie de hongo crece en zonas húmedas y oscuras con poca circulación de aire. Aunque la mayoría de sus formas no son peligrosas, pueden empeorar el asma y las alergias.




