El pequeño César llegó a ver el entrenamiento de Guatemala y se llevó un gran regalo.
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"Dáselos al niño que está allá arriba, por ser bien tranquilo", le dijo Nicholas Hagen al guatemalteco César, entregándole sus guantes de portero para que se los diera a su hijo, subido en lo alto de un poste para observar la llegada de los seleccionados guatemaltecos al entrenamiento.
El pequeño, quien se llama igual que su papá, con 12 años de residir en Texas, Estados Unidos, fue un privilegiado entre decenas de seguidores de la Azul y Blanco, quienes se han movilizado de un lugar a otro con tal de tener un recuerdo con los futbolistas.

"Somos de San Juan Ostuncalco (Quetzaltenango); el nene, de 4 años, nació aquí. Hagen me dijo que mi niño se comportó muy bien y por eso le dio un regalo", explicó César, quien vestía la camisola de la Bicolor, con varias firmas que consiguió al nomás los jugadores bajaron del autobús.
"Estoy feliz", expresó el niño César. "Voy a jugar de portero", comentó, mientras escuchaba a decir a su progenitor que extrañaba la comida de su tierra y exteriorizar la emoción por ver a la Selección. "Es la primera vez que los veo. Nunca había tenido la oportunidad. Estaré en el estadio", sentenció.