El Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo, en el corazón de Petén, es una de las joyas mayas menos exploradas. Con más de 500 estructuras, ofrece una experiencia de ecoturismo única, donde los visitantes pueden subir al Templo de las Manos Rojas y disfrutar de los atardeceres.
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Situado en el centro de Petén, el Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo se erige como un destino turístico imprescindible para los amantes de la arqueología y la naturaleza.
Menos concurrido que su más célebre vecino Tikal, Yaxhá ofrece una experiencia más íntima y mística, donde las ruinas mayas se funden en perfecta armonía con la selva tropical y dos lagunas cercanas: Yaxhá y Sacnab.

El nombre Yaxhá significa "agua verde", en alusión a los jeroglíficos encontrados en el sitio y a la laguna adyacente.
Su antigua metrópoli fue habitada desde el 600 a.C. hasta el 900 d.C., y sirvió como la capital de un vasto territorio con fuertes lazos con ciudades-estado poderosas como Tikal, Caracol (distrito beliceño de Cayo) y Calakmul (estado mexicano de Campeche).

En la actualidad, el sitio arqueológico resguarda más de 500 estructuras, incluyendo templos piramidales, acrópolis, complejos astronómicos, juegos de pelota y palacios residenciales.
A diferencia de otros sitios donde gran parte ha sido restaurado, en Yaxhá solo está excavado en parte, lo que le confiere un aire de misterio.
Cuando lo visités, te encontrarás con muchos montículos aún cubiertos por la vegetación y las raíces de los árboles.

Selva adentro
El principal atractivo para muchos visitantes es el ascenso al Templo de las Manos Rojas (estructura 216), la pirámide más alta del sitio.
Desde su cima, los turistas son recompensados con una vista panorámica espectacular de la selva circundante y, lo más importante, de la brillante laguna de Yaxhá con la isla de Topoxté en el centro.

Este punto es el lugar ideal para presenciar el inolvidable atardecer petenero, una experiencia mágica que culmina la visita para muchos.
Además de las ruinas, el parque es un paraíso para el ecoturismo, al observar monos araña, tucanes y una gran variedad de aves migratorias, además de escuchar los aullidos de los saraguates.

Los senderos serpentean a través de la densa selva, ofreciendo una inmersión completa en la naturaleza virgen de la Reserva de la Biósfera Maya, teniendo cuidado de no encontrarte con serpientes venenosas.
Si disponés de tiempo, podés incluir las ciudades de Nakum y Naranjo, situadas dentro del perímetro del parque.

¿Cómo llegar?
Yaxhá se localiza a unos 60 km al noreste de Flores, Petén, siguiendo la carretera a Melchor de Mencos. Se puede llegar en vehículo propio o mediante tours organizados desde Flores o El Remate.
El parque generalmente abre de 7:00 a 17:00. El costo de la entrada para extranjeros es de Q80 quetzales y para nacionales es de Q40 quetzales; el pago permite acampar dentro del parque.
Se recomienda contratar a un guía local para obtener una comprensión más profunda de la historia y la ecología del lugar. Llevar agua, repelente de insectos y calzado cómodo es esencial.






